Es increíble como algunos conductores hacen caso omiso a las advertencias sobre el cumplimiento de las normas de seguridad para evitar accidentes de tránsito.
Esta historia se trata del conductor de un auto que fue capturado desde un helicóptero mientras conducía a más de 120 kilómetros por hora y jugaba con un cubo de Rubik.
Jorge Luque, periodista de profesión, subió a bordo de un helicóptero de la Dirección General de Tráfico (DGT), y fue testigo de las imprudencias que comenten algunas personas que están al volante sin medir las consecuencias.
Jorge narró que no solo vio a varios conductores usando el teléfono móvil para hablar o escribir mensajes, sino que vio a uno que escribía con bolígrafo sobre papel, e incluso a un conductor armando un cubo de Rubik con las dos manos mientras conducía a 128 kilómetros por hora… ¡Qué locura!
Este periodista estaba muy sorprendido tras descubrir la irresponsabilidad de algunos conductores que ponen en riesgo no sólo su vida sino la vida de los demás.
Realmente estos actos están fuera de toda norma de seguridad mientras se conduce. Se supone que el resto de las personas que circulan en un automóvil confían en que cada conductor está haciendo lo correcto para evitar accidentes que pueden resultar catastróficos.
Y es que, aunque se refuercen las medidas de control por parte de las autoridades nunca podrán ser tan efectivas como la conciencia de cada conductor sobre lo que debe y no debe hacer mientras está a cargo de un vehículo.
La Dirección General de Tráfico (DGT) decidió usar las imágenes en su campaña contra los peligros ocasionadas por las distracciones al volante publicándolas en su cuenta de Twitter, a pesar de que fueron captadas el 21 de abril.
Las estadísticas no mienten, y son realmente alarmantes, en el 2017, la distracción aparece como primera causa de los accidentes mortales en un 33%, por encima de exceso de velocidad y la ingesta de alcohol, que supone un 29 y un 26%, respectivamente.
Por eso, durante el mes de septiembre la Dirección General de Tráfico (DGT) realizó una nueva campaña de vigilancia y concientización de los peligros que suponen las distracciones al volante, adhiriéndose a la programada por la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL).