Es de conocimiento público que en las calles existen muchas personas que atraviesan por las más duras necesidades. Todos conocemos sus carencias pero son pocos los que se detienen a ayudarlos.
Por esa razón el gesto de este joven ha sido aplaudido por tantas personas en las redes.
Adrián Silva Alves, de 17 años, no anduvo con medias tintas y al ver a un hombre sin hogar que moría de frío cuando los termómetros en Campo Grande (MS) cayeron a 6 ° C, no dudo en ayudarlo. El estudiante se despojó de su propio abrigo para dárselo al indigente.
Alrededor de las 7:30 horas de una mañana fría, Adrián iba camino a la institución donde estudia Administración Hospitalaria cuando se observó al hombre desabrigado al otro lado de la acera.
En principio Adrián parece seguir de largo pero segundos después se detiene y cruza la calle.
El estudiante se quitó su abrigo y lo entregó al indigente, además de unos billetes para que pudiera comprar algo de comida.
“Estaba temblando. Le pregunté si tenía frío y dijo que sí. Entonces le di mi abrigo. Fue gratificante”, recordó Adrián.
Las imágenes fueron capturadas por la cámara de seguridad de una televisora local, la cual se encargó de compartir la historia que se ha hecho viral.
Ese mismo día, el joven también publicó en su estado de WhatsApp unas fotografías que se tomó junto al indigente, las cuales acompañó con el siguiente comentario: «Hermano, no pude ayudarte mucho, pero fue de corazón«, escribió Adrián.
Este joven pertenece a una familia humilde y comentó haberse fotografiado para tener un argumento con el cual explicarle a su madre la razón por la cual volvía a casa sin uno de sus cuatro abrigos.
Después de salir de su clase, Adrián se topó de nuevo con el hombre al cual había dado el obsequio y se saludaron.
«Estamos aquí en el mundo para ayudar a las personas, no para quitarles. Nadie quiere estar en la calle. Hoy son ellos, mañana podemos ser nosotros”, comento Adrián.
Y en la vida parece que la ley del retorno si se cumple pues el joven no lo imaginó pero su buena acción le llevó muy pronto una buena noticia a su vida.
El conocido subastador brasileño, Gustavo Corrêa, vio la historia en las noticias y decidió ayudar al joven con una oportunidad de trabajo y un subsidio estudiantil.
“Me sensibilicé con la historia, las empresas necesitan personas confiables y veo esos valores en él. Este chico sólo necesita más oportunidades y en esta área donde trabajo, necesitamos capacitar a las personas para un mercado que esté bien especializado”, comentó Gustavo.
Adrián recibió una capacitación y comenzó a trabajar en el área de informática de la empresa. Además, ya ha obtenido su contrato así que contará con un salario fijo con el cual podrá conciliar su vida laboral con sus estudios. Esperamos que pronto aparezca otra alma generosa que también brinde apoyo al indigente del abrigo.
Comparte esta inspiradora historia y enséñale al mundo un verdadero ejemplo de generosidad. ¡Siempre recibimos eso bueno o malo que seamos capaces de dar!