Grace Paulnack, una adorable anciana de 86 años que vive en Pensilvania, Estados Unidos, decidió contactar a un equipo de bomberos, con personal capacitado en buceo, para recuperar su anillo de bodas que extravío en el fondo del lago Wallenpaupack.
La mujer había usado su anillo de bodas durante 64 años consecutivos, nunca se lo había quitado por adversas que fueran las circunstancias en su vida.
“No me he quitado mi anillo de bodas ni siquiera cuando me operaron, tuvieron que pegarlo a mí con cinta adhesiva”, dijo la graciosa anciana.
El llamado de auxilio de la preocupada mujer fue atendido por el equipo de rescate del Departamento de Bomberos en Ledgedale, quienes se sumergieron con equipo de buceo en el lago de más de 5 metros de profundidad para buscar el objeto desaparecido.
“Pensé que era un presagio, que este era el final de nuestra vida. No soy supersticioso, pero lo pensé”, dijo el consternado esposo Carl Paulnack, de 89 años.
Los bomberos sabían que tenían que ayudar a la devastada pareja de ancianos
No fue sino hasta el día siguiente de haber iniciado la búsqueda que el equipo submarinista logró encontrar el anillo ¡Qué suerte, es como hallar una aguja en un pajar!
El anillo perdido le había costado a Carl solo 10 dólares, pero para él, el valor sentimental podía compararse a un millón de dólares o más. Que su esposa usara este objeto tan barato pero que él le había entregado con tanto amor representaba un gesto inigualable. Y es que los sentimientos valen más que todo el dinero del mundo.
“Estoy bien otra vez. Creo que esa es una buena descripción: estoy bien otra vez. Nadie más parecía estar preocupado por esto, pero era un gran problema para mí”, dijo efusivamente Carl, muy aliviado con el anillo de vuelta en el dedo de su esposa.
La hazaña de estos bomberos locales logró revivir la historia de un hermoso amor de toda la vida
Esta hermosa pareja nos ha demostrado que no siempre lo que nos importa es lo que cuesta más dinero sino aquello que atesora un lindo recuerdo y llena de alegría la vida de nuestros seres queridos, porque de verdad que todo está en los pequeños detalles, y si no vale la pena insistir en conservar esos pequeños detalles pues entonces ¿por qué otras cosas vale la pena vivir?
Comparte esta increíble historia de amor y perseverancia con tus amigos y familiares, para que nunca olvidemos que el valor de algunas cosas no está en su costo sino en la felicidad que podemos compartir con quienes queremos.