La crisis que ha generado el coronavirus nos ha afectado a todos de una u otra manera. La mayoría de los hospitales están concentrados en brindar todo el apoyo posible a los pacientes que son diagnosticados con COVID-19, pero esto puede llegar a afectar a otras personas cuyos casos ya no son considerados una prioridad como sucedió con Alfie Keogh.
Alfie vive en la ciudad de Manchester en el Reino Unido.
Alfie fue diagnosticado con cáncer y le aseguraron que tan sólo tendría 3 meses más de vida. Alfie sufre de cáncer de sarcoma sinovial de células fusiformes en el músculo de la pantorrilla derecha.
Se trata de una afección sumamente dolorosa así que necesita tratamientos de radioterapia y quimioterapia para luchar por su vida.
Alfie fue diagnosticado con apenas 19 años de edad.
El panorama lucía realmente devastador pero su familia jamás estuvo dispuesta a rendirse. Los especialistas aseguraron que contaba con muy pocas probabilidades de salir adelante, pero el tumor ha logrado encogerse un poco desde agosto del año pasado.
Lamentablemente, todo esto fue bruscamente interrumpido por el COVID-19. Desde que se decretó la alerta de pandemia, dejó de recibir tratamiento.
“Los pacientes que reciben quimioterapia tienen el sistema inmune debilitado. Para ellos podría resultar fatal contraer el virus”, explicó un portavoz del Hospital.
Los encargados de su tratamiento le dijeron que había que tomar una pausa. En muchos casos, esto sonaría como algo razonable pero para un joven que no sabe cuánto tiempo tiene por delante, resulta verdaderamente frustrante.
Lo más alarmante del asunto, es que sin su tratamiento, Alfie pasa los días sintiendo mucho dolor y a duras penas puede caminar.
“La triste verdad es que el cáncer sigue siendo cáncer, incluso durante una pandemia”, reflexionó Richard Davidson, el director de una organización de caridad.
Su madre no soportaba ver a su hijo en una situación tan difícil. Comenzó a buscar tratamientos alternativos y alguien le recomendó el uso de aceites de CBD. Al parecer, una pequeña dosis diaria de cannabidiol lo ha ayudado a recuperar el apetito y puede caminar nuevamente por su casa.
“Las veces que no ha tenido el aceite han sido horribles. Grita de dolor y agonía. Pierde mucho peso y no puede comer ni levantarse de la cama”, explicó la hermana de Alfie.
Han sido días muy duros para la familia y se han visto en la necesidad de recaudar fondos para poder comprar los aceites y brindar un poco de alivio al pobre Alfie.
Esperamos que se logre una solución lo antes posible y todos los pacientes que están luchando contra el cáncer puedan seguir recibiendo el tratamiento que tanto necesitan.
Todos merecen una oportunidad para luchar por su vida. Detener los contagios de coronavirus puede salvar muchas vidas, comparte este emotivo caso.