Los niños tienen un corazón noble, y nacen con valores de empatía, nobleza y amor que se fortalecen con el ejemplo de su entorno. Suelen comprender a los demás y sensibilizarse con su sufrimiento de una manera extraordinaria, ofreciendo consuelo desde su inocencia.
El gesto de un pequeño con el propietario del auto al que le rompió el cristal dejó a muchos conmovidos.
En una calle de Palomares del Río, en Sevilla, estaba aparcado un auto marca Volkswagen de color negro, Alejandro, uno de los niños que vive en la zona jugaba cerca del vehículo cuando por accidente rompió el cristal trasero.
Alejandro quiso hacerse responsable de lo que había ocurrido, así que con lápiz y papel decidió dejarle un mensaje al dueño sabiendo que quedaría consternado al ver el vidrio completamente roto.
“He roto sin querer su cristal. Soy Alejandro. Disculpe. El teléfono de mi madre es *****. El teléfono de mi padre es *****”.
Un taller mecánico llamado “Talleres Cauro”, difundió la imagen de la nota escrita por el menor en sus redes sociales y rápidamente se hizo viral.
En la publicación comentaron: “No solo tenemos vandalismo en el pueblo, también hay niños con muy buena educación como este chiquillo. Al empezar nuestra segunda jornada laboral de hoy nos encontramos con este cristal de auto de un cliente roto y con esta nota”.
Concluyen agradeciendo a la familia del niño porque asumen que le ofrecen una buena educación en casa.
“Gracias a la familia por el gesto de este chaval que se debe a una buena educación”, así finaliza el mensaje que ha generado miles de reacciones en las redes.
Muchas personas comentaron expresando su admiración por la reacción del niño. “Aún queda esperanza en la humanidad, ole por el Alejandro y felicitaciones a la familia, eso es educar en valores. Cuántos Alejandro le hacen falta al país”, escribió un usuario en las redes.
A pesar de que encontrar el cristal de tu auto roto puede ser una amarga experiencia, seguro que para los propietarios de ese auto ver la nota de Alejandro hizo que el incidente se convirtiera en algo ameno.
Otros comentaron en modo de broma que debía ir a una conocida empresa que se encarga de reparar y reemplazar cristales de vehículos, y desde la cuenta de la compañía respondieron a la solicitud.
Según medios de comunicación locales el taller contactó a los padres del niño para ofrecerse a reparar el cristal.
Sin duda, tenemos mucho que aprender de los niños, y sobre todo, que recordar que ellos observan a sus cuidadores para poder formarse a través de su ejemplo. Comparte este adorable gesto que ha dado tanto de qué hablar.