Todo padre sabe que la falta de apetito en los niños es algo bastante común, sin embargo cuando se trata de un alimento que realmente les agrada pueden llegar a ser los niños más golosos del mundo.
Al menos esto le ha quedado claro al papá de 27 años, Arron Whysall, quien descubrió que su pequeña hija era una verdadera devoradora de yogures.
Arron dejó sola a la Olivia Whysall, de 3 años, por un lapso de 10 minutos mientras estaba en el jardín terminando un trabajo y al regresar encontró una escena increíble.
La pequeña estaba sonriendo, cubierta de yogures y a su alrededor tenía 18 envases vacíos de Petit Filous. ¡Sí, no habían dudas! Olivia disfruta el delicioso sabor del yogures y estuvo bastante entretenida, mientras su papá terminaba la jardinería.
Los envases prácticamente vacíos estaban sobre una mesa justo frente a la pequeña, así que literalmente fue encontrada con las manos en la masa.
Aunque la evidencia era clara, el padre de dos decidió preguntarle a la niña si había comido todos los yogures y ella con orgullo respondió que sí, mientras sostenía una cuchara como que si quisiera más.
Según confesó el ingeniero de aire acondicionado, estaba muy confundido con la situación y no tenía palabras ni para llamarle la atención a Olivia.
Arron solo contuvo la risa para llamar a gritos a su pareja y decirle lo que había ocurrido.
Ninguno podía creer que la pequeña devorara los yogures y le tomaron una fotografía que se ha hecho viral. Más de 10.000 personas reaccionado a la publicación hecha por el padre.
«Cuando encontré a Olivia con los 18 yogures, le pregunté: ‘¿Has comido todos esos?’ y ella dijo con orgullo ‘sí’. Estaba bastante satisfecha de sí misma. Ni siquiera podía regañarla porque era demasiado gracioso. Estaba más abrumado que nada», escribió Arron.
Billie Hardie, la prometida de Arron estaba ocupada mientras Olivia hizo de las suyas y tampoco podía creer lo que había sucedido. Al parecer sólo Óscar, de 10 años, vio a la pequeña en acción.
El niño estaba jugando vídeo juegos cuando salió al jardín a avisarle a Arron que Olivia estaba comiendo yogur pero este sólo le respondió que sabía que la niña podía abrir y comer Petits Filous por su cuenta.
«Le dije, ‘está bien, no te preocupes por eso’. No estaba preocupado porque sé que ella puede comer un yogur sola. Siempre y cuando no lo vierta en el piso, todo parecía estar bien, entré unos 10 minutos más tarde para asegurarme de que no había hecho un desastre y allí estaba”, dijo Arron.
El padre pensó que el consumo excesivo de lácteos pudiera alterar la digestión de Olivia pero esa tarde la niña estuvo normal y pudo comer su cena sin ningún problema.
Parece que el único problema de la chiquilla fue ser encontrada con su papá, quien no pudo más que quedarse sorprendido con la escena.
Comparte esta divertida anécdota y déjanos saber si conocen a un niño tan pequeño con un apetito feroz como el de Olivia. Creemos que difícilmente alguien pueda romper su récord.