Para muchas personas ser joven es sinónimo de salud e innumerables aventuras, una etapa de infinita felicidad donde comerse el mundo es lo único que importa.
Sin embargo, para Libby Smith, una joven de 16 años, la adolescencia solo le ha dejado cicatrices y emocionales y físicas que hacen que cualquier actividad sencilla parezca una gran reto de superar.
Desde los cinco años se está viendo en el A&E del Hospital Pontefract.
Libby tiene artritis idiopática juvenil (AIJ), una enfermedad que causa que sus articulaciones se inflamen, lo que hace que realizar actividades cotidianas como cepillarse, caminar o cortar alimentos parezcan imposibles.
Ella vive sumergida en un constante dolor, incluso pensó en someterse a un trasplante de médula ósea para restablecer su sistema inmunológico, pero desistió de la cirugía debido al alto riesgo que corría.
Cuando Libby comenzó a cojear sus padres se preocuparon aún más por su condición.
Desde que tiene cinco años la joven ha tenido que soportar el fuerte dolor que parece no aplacarse con nada. Su madre, Diane, comenta al respecto:
Libby estaba absolutamente bien cuando era bebé, pero a medida que crecía me decía ‘No puedo caminar’ y me decía que le dolían las piernas todo el tiempo. Se quejaba todo el tiempo, solo pensábamos que era francamente perezosa.
Como era nuestra primera hija, no teníamos nada con qué compararla, solo pensamos que tenía piernas pequeñas y estaba cansada. Un domingo, cuando tenía cinco años, saltó sobre su pierna izquierda todo el día. Adrian me dijo que empacara una bolsa y que la llevaría al hospital.”
A los padres de Libby les dijeron que era una condición de la infancia y se le pasaría durante la pubertad, sin embargo, mientras Libby crecía también lo hacía la enfermedad que parecía intensificarse con el pasar del tiempo.
La movilidad de Libby se había deteriorado por completo, necesitó una cirugía de tobillo en su pie derecho y un aparato ortopédico.
Sus padres están dispuestos a pagar cualquier monto siempre y cuando sea favorable para Libby.
La joven tuvo que dejar de asistir a la escuela y recibir a algunos tutores en casa, muchos se retiraron porque la joven no se sentía en condición de recibirlos.
Libby desea que esta pesadilla se acabe con las próximas operaciones a las que será sometida.
Parece que estoy atrapada en el cuerpo de una persona mayor, siento que estoy en un agujero del que no puedo salir.
Estoy esperando ser sometida a las operaciones que me faciliten la vida, que se asocian más con los abuelos, personas de 70 y 80 años, que con mi edad. Estoy molesta todo el tiempo y me cuesta dormir por la noches”.
Si bien la joven se ha sometido a varias cirugías y múltiples tratamientos hasta ahora nada parece funcionar.
Tanto Libby como sus padres están desesperados por encontrar un procedimiento que la ayude a aliviar el dolor en el que se encuentra inmersa.
Es importante crear consciencia ante enfermedades raras como las que padece esta joven, comparte su historia.