Miles de huesos han sido desenterrados de 2 osarios descubiertos en la Ciudad del Vaticano, dentro de la búsqueda de una menor de 15 años desaparecida hace más de 3 décadas.
Emanuela Orlandi, nacida en 1968, era hija de un destacado empleado del Vaticano, Ericole Orlandi, que vivía dentro de las murallas de la ciudad santa. Fue declarada desaparecida a los 15 años de edad en el verano de 1983 mientras regresaba a casa después de una lección de música en el centro de Roma.
Su desaparición quedó envuelta en un misterio, ya que nunca se supieron los motivos por los que fue retenida ilegalmente y al tratarse de la hija de un funcionario de la Prefectura de la Casa Pontificia, el hecho tuvo una gran repercusión en Italia y en el mundo entero, sobre todo después de dos intervenciones públicas del papa Juan Pablo II a favor de Emanuela.
Las teorías de su desaparición incluían a mafiosos, líderes del Vaticano y hasta terroristas.
Sin embargo, tanto el paradero de Emanuela como el origen de los miles de huesos encontrados todavía permanecen sin resolverse, por lo que la familia ha decidido contratar a sus propios investigadores para que los resultados sean objetivos y les puedan dar una luz al final de este túnel.
El interés en el caso volvió a salir a la luz el verano pasado cuando la familia Orlandi recibió una información anónima, diciendo que sus restos podrían estar ubicados en las tumbas de la princesa Sophie von Hohenlohe y la princesa Charlotte Federica de Mecklenburg, en el cementerio teutónico, que permanecen selladas dentro del Vaticano.
Se trataba de un misterioso mensaje junto a una escultura. El texto contenía la instrucción de «mirar hacia donde apunta el ángel».
Pero tras los permisos necesarios otorgados por el Vaticano el pasado 11 de julio, a pesar de que está reservado a los católicos de habla alemana, cuando llegaron a las tumbas teutónicas, éstas estaban vacías.
La explicación que dio El Vaticano fue que los restos de las princesas podrían haber sido retirados durante los trabajos de renovación en el cementerio y los edificios circundantes en los años 60 y 70.
Pero otras dos cámaras, llamadas osarios, donde se guardan huesos de fallecidos, fueron descubiertas durante las investigaciones, debajo del suelo de un área dentro del Colegio Teutónico.
Lo que hallaron resultó verdaderamente impactante, eran «miles de huesos» que se cree que corresponden a “docenas de personas”, según Giorgio Portera, genetista designado por la familia Orlandi.
Para Pietro Orlandi, hermano de Emanuela, de ya 60 años de edad, quien lleva media vida tratando de que se resuelva el caso de su hermana, el hallazgo le produjo una gran satisfacción.
“En los osarios, no debería haber huesos recientes, así que si los hay, incluso si no es Emanuela Orlandi, será un problema para el Vaticano”, dijo Pietro Orlandi. “Hay cientos, miles de huesos y ahora el Vaticano los clasifica por edad e investigará los más recientes. Pensar que si estuvo enterrada en el osario todos estos años, a solo 200 metros de nuestra casa, sería devastador”.
”El Vaticano no quiere que esto salga y no quiere que lo vean de esta manera, pero finalmente siento que han dado un paso atrás y nosotros hemos dado un paso adelante«, concluyó.
Por su parte, el Vaticano ha dicho que no es la primera ocasión que permiten a la familia Orlandi investigar, y que reiteran su apoyo aceptando que se investigue el cementerio teutónico, a pesar de que está basado en un informe anónimo.
El análisis de ADN ahora tendrá lugar en cada conjunto de restos, pero el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, dijo que los datos precisos tendrán que esperar “evaluaciones morfológicas el próximo sábado”.
Es realmente desconcertante el hallazgo de esos «miles de huesos» en un lugar donde no debería haberlos. ¿A quién corresponden? ¿Qué pasó con Emanuela? Esperamos que las investigaciones lleguen a fondo en este polémico caso. ¡Compártelo!