Recientemente, la hija de un pastor evangélico ofreció reveladoras declaraciones sobre el “fraude del diezmo” en las iglesias. Hanna Gastelum, es hija del pastor Andy Zamora y su esposa Hanna.
Creció en una familia muy vinculada a la religión evangélica, y desde temprana edad pudo ver cómo se manejaba el dinero proveniente de las donaciones que recibía la institución.
Se percató de que tenían acceso a artículos de lujo que la mayoría de la población no podía adquirir. Así que después de distanciarse por completo de su familia decidió denunciar todo a través de las redes sociales.
Algunos líderes religiosos usan la devoción de los fieles para mantener el control de pequeños y grandes imperios.
Hanna, hija del pastor de la Iglesia Obra de Orange, en Estados Unidos, generó una gran polémica desde que reveló las irregularidades de la institución.
La Iglesia depende de grupos conocidos como “Ministerios Llamada Final”, ubicados en California, surgió en Los Ángeles en 1989 ante el crecimiento de la población hispana en la zona.
El pastor Bowel confió en Andy Zamora para que fuera encargado de administrar y gestionar a la población de fieles que se integraban. Hanna se pronunció resaltando la manipulación y el engaño que sufren los miembros de la iglesia.
La ley de Estados Unidos establece que se deben controlar los ingresos de la administración, declarando así qué tipo de salarios son pagados y en qué se usa el dinero. Así como también cuáles son los aportes a la comunidad.
De acuerdo con las declaraciones de Hanna, el dinero de la iglesia es recolectado, contado y administrado por los pastores, a pesar de que es obligatorio que una empresa de contabilidad privada se encargue de rendir cuentas al estado de manera legal.
Los salarios de los trabajadores de la institución ascienden hasta 5.000 dólares semanales, que pueden ascender a 16.000 dólares incluyendo las donaciones recibidas.
Además, Hanna relató que existen secretarias contratadas que cobran un salario de 850 dólares semanales sin ejercer ninguna labor. “No envían ni un mísero correo electrónico”.
Según Hanna, el dinero recibido en metálico representa casi el doble del salario, y sumando 20.000 dólares semanales aproximadamente. Para evadir las declaraciones al fisco recogen las donaciones en metálico, ya que en caso de recibir cheques estarían obligados a declararlo.
Asimismo, Hanna relató que la iglesia organiza eventos, retiros, educación pedagógica y otras actividades cuya participación tiene un costo sin aclarar cuál será el destino del dinero recaudado.
La familia de Hanna habló respecto a la acusación diciendo que no sienten odio hacia ella y que estarían dispuestos a hacer las paces.
Ella asegura que ha recibido amenazas por hablar de la situación y que «nadie quiere hablar del tema». Dice que no afirma que «todos los pastores sean malo», pero cuestiona por qué no cuentan las ofrendas como lo exige la ley.
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