El príncipe Harry eligió cuidadosamente las flores de la boda para honrar la memoria de su madre, en el ramo de Meghan solo estaban sus flores blancas favoritas, así como en la decoración de la capilla de San Jorge.
La boda real estuvo llena de detalles para homenajear a la princesa Diana, que tenía su asiento reservado en la ceremonia y que fue recordada con la presencia de su familia y la lectura que ofreció su hermana.
Los duques de Sussex buscaron la forma de que la recordada y querida princesa de Gales fuera conmemorada en su día especial incluso en las fotos oficiales de la boda.
Meghan y Harry se tomaron las fotos oficiales en el Green Drawing Room del Castillo de Windsor sobre un sofá dorado tapizado con tela damasco de color verde botella.
Pero nada fue elegido al azar, el mismo sofá fue usado el 21 de diciembre de 1984 cuando bautizaron al príncipe Harry en la Capilla de San Jorge.
A pesar de que este detalle no fue revelado en el comunicado del Palacio de Kensington, es de imaginar que también fue una petición del príncipe Harry para celebrar su boda sin dejar de lado el amor que siente por su madre.
Es la primera vez que en una boda real celebrada en el Castillo Windsor eligen esta locación y este mobiliario para tomar fotos oficiales.
Mientras que sí fue la sala escogida para un posado emblemático, el de la reina Isabel II con Annie Leibovitz, una fotógrafa estadounidense cuando cumplió 90 años.
Daily Mail / Metro
Este enlace nupcial jamás será olvidado, estuvo repleto de momentos emotivos que reflejaron más que el protocolo de la familia real británica, la personalidad de los novios. Ambos, seres solidarios, sencillos y joviales.
Comparte este guiño a la querida princesa Diana en tus redes, todavía debe estar feliz porque su hijo menor ha formado una familia con una mujer que rompe los estereotipos para demostrar que ser una verdadera princesa es mucho más que tener un rostro hermoso.