En el año 1968 Harry Rink y su esposa Doris decidieron comprar una hermosa cabaña sin imaginar que estarían adquiriendo una cosas más valiosas y especiales de su vida. Con el paso de los años lograron comprobar que esta era la cabaña de troncos más antigua en Estados Unidos y estaba completamente llena de sorpresas y hermosas antigüedades.
“Al saber todo el tiempo que esta cabaña ha logrado sobrevivir me siento mucho más afortunada de poder tenerla”.
Tras realizar algunas investigaciones lograron confirmar que la cabaña había sido construida en el año 1640, lo cual hacía que tuviera incluso 100 años más de antigüedad que el propio país.
Durante muchos años esta dulce pareja hizo su vida en la cabaña y siempre se maravillaban con lo hermosa que podía resultar la vida tan alejados del resto del mundo.
“Había muchas cosas que enterraban y terminaban saliendo en el jardín con el paso de los años. Cada objeto de la cabaña es una valiosa antigüedad. No hay nada como este lugar”.
Debido al gran cariño que le tomaron a su cabaña Doris y Harry se fueron encargando de hacer las reparaciones ellos mismos. También la abrían al público para que las personas pudieran disfrutar de una especie de viaje en el tiempo al conocer un lugar que siempre se mantuvo muy fiel a la época en que se construyó.
“La hemos mantenido lo más auténtica posible. Nuestros visitantes descansan cuando vienen y dan un viaje en el tiempo. Es como si entraran a un mundo diferente y se olvidan de todo lo que está sucediendo en sus vidas”.
Ahora Harry y Doris decidieron que había que pensar en el futuro de la cabaña. Quieren asegurarse de que quede en buenas manos una vez que ellos partan de este mundo así que están buscando un comprador muy especial que pueda ayudar a mantenerla con todo su encanto de los siglos XVII y XVIII.
Harry y Doris tienen 88 y 75 años de edad respectivamente.
Lo que ha hecho más curiosa esta venta tan particular es que los Risks esperan venderla alguien que se ocupe de la propiedad pero que les permita continuar viviendo en la propiedad. La cabaña cuenta con un par de anexos en los que varias personas pueden vivir cómodamente.
La cabaña sufrió algunas restauraciones en 1730 y en 1900.
Harry y Doris esperan venderla por un precio de 2.9 millones de dólares pero especialistas como Christina Huang aseguran que es probable que tenga un valor mucho mayor. Esperamos que después de tantos años de historia capturados allí, la cabaña de los troncos pueda seguir contando con alguien que la valore y la cuide.
¿Te gustaría vivir en un lugar así? No dudes en compartir la historia de esta curiosa cabaña para ayudar a encontrar su próximo dueño.