Perder un hijo no es nada sencillo. Por convicción sabemos que una persona es huérfana cuando ha perdido a sus padres, viudo si ha perdido a su pareja, pero no existe una palabra para llamar a quien ha perdido a su hijo, parece no haber un nombre que pueda contener tanto dolor.
Frente a esta realidad, cada quien decide enfrentar el duelo de modo distinto. Así lo han demostrado las desgarradoras fotos de unos padres que convivieron nueve días con su bebé fallecida.
La madre de tiempo completo Heather Jordan, de 28 años, dio a luz a su pequeña hija sin vida, Maranella, en diciembre del 2016.
Después de 37 semanas de un embarazo con múltiples complicaciones debido a un problema con su útero irritable, la mujer se preparó para dar a luz a su bebé que había muerto en su vientre. A pesar de conocer la triste realidad, Heather cuidó todo para dar a luz a la niña sin que esta sufriera ningún tipo de maltrato en el proceso.
«Estaba concentrada en tratar de entregarla saludable, a pesar de que me dijeron que había muerto. Realmente no lo terminaba de creer hasta que ella salió y no lloró», dijo la madre.
Heather fue trasladada de emergencia al hospital durante la semana 36 de su embarazo, en ese momento descubrieron que corazón de la niña había dejado de latir. De inmediato, los médicos se prepararon para el parto de la mujer pues debían retirar cuanto antes el cuerpo sin vida de la pequeña.
La situación no fue nada fácil para la familia. El padre de Maranella, Lee, estuvo en todo momento al lado de Heather y entre los dos sobrellevaron la dolorosa realidad.
El parto duró más de cinco horas hasta que pudieron ver el cuerpo sin vida de la pequeña. Durante todo un día, Haather y Lee estuvieron junto a su hija fallecida en una suite del hospital antes de llevarla al tanatorio. Desde ese momento comenzaron a fotografiar todo lo que hacía.
«Cantamos con ella y bailamos con ella. Tratamos de crear recuerdos y hacer las cosas que cualquier padre haría con su hijo”, dijo Heather.
Las enfermeras entregaron el cuerpo a los padres, y les dijeron que podían pasar con él todo el tiempo que desearan. Quizás estas personas no pensaron que la pareja optaría por convivir nueve días junto al cuerpo sin vida de Maranella.
En el tanatorio se encargaron de conservarlo en perfecto estado, con ayuda de una cuna de enfriamiento para evitar que la piel se deteriorara.
«Fuimos a verla todos los días. Le cantamos, la miramos y la abrazamos y tratamos de saborear cada segundo que teníamos. No queríamos sacarla de la cama fría por mucho tiempo, así que nos quedamos dentro con ella la mayor parte del tiempo”, dijo la madre.
Mientras estos padres vivían un inusual proceso de duelo, el resto de la familia se encargó de organizar todo para la sepultura de la niña. Una urna rosa fue utilizada para resguardar el cuerpo de Maranella.
«Las personas que nos ayudaron a planificar el funeral de Maranella hicieron todo lo posible para darnos todo lo que queríamos para nuestra bebé», relató Heather.
A pesar de los años Lee y Heather hablan de su pequeña con vigencia, no se refieren a ella en pasado y han decidido no crear ningún tabú sobre el tema. Al contrario, recuerdan y celebran cada cumpleaños de la niña. Para ellos, la pequeña siempre tendrá un lugar especial y por esa razón se encargan de mantener su memoria viva.
La intención de mantener su recuerdo vivo ha sido una de las razones por las cuales los padres han dado a conocer las fotos de los días que compartieron con su hija fallecida. Además, Lee y Heather han creado una campaña de GoFundMe para reunir el dinero necesario y comprar una lápida para la tumba de la pequeña.
Aunque, pocos padres se atreverían a compartir este tipo de fotografías, Lee y Heather han querido hacer honor a su princesa. Comparte y colabora colabora con su emotiva intención.