Hay miles de casos como el de Maribeth Summers y su hermana quienes crecieron en una casa llena de tensiones y gritos. Vivían con demasiado miedo por la ira de su padre biológico y su futuro no parecía nada prometedor.
“La vida no era nada placentera. Recuerdo todo el miedo que sentía cada vez que veía a mi padre. La ira y el odio en sus ojos”.
A pesar de que era tan sólo dos años mayor que su hermanita, Maribeth sacó todas sus fuerzas y se concentró en dar lo mejor de sí para poder protegerla. Cuando menos se lo esperaban un milagro sucedió.
Dos señoras habían llegado a su casa para sacarlas de allí y llevarlas un lugar en donde no estuvieran expuestas a tanto peligro.
“Nunca recibíamos visitas. Nuestra casa encerraba secretos que mi padre biológico no quería revelar”.
Las mujeres se acercaron a Maribeth y a su hermana y les explicaron que ahora estaban a salvo. Sin embargo, la alegría duró tan sólo unos segundos ya que el corazón de las hermanitas quedó completamente desgarrado cuando se dieron cuenta de que las separarían.
“Rompí en lágrimas. ¿Por qué hacían esto? Mi hermana era todo lo que tenía”.
En su nueva casa Maribeth no se sentía a gusto. Decidió que se portaría muy mal hasta que le permitieran volver a ver a su hermana y después de muchos meses finalmente lo logró. Decidieron permitir que las pequeñas permaneciera juntas.
“No recuerdo mucho de ellos, sólo el hecho de que parecía que yo no les agradaba”.
Pasaron por varias casas en las que nunca les dieron el amor que necesitaban, fueron rechazadas constantemente y comenzaron a vivir un orfanato. Allí perdieron la esperanza de tener una familia ya que todos llevaban a los bebés más pequeños, pero el destino las sorprendió con una extraordinaria sorpresa.
Maribeth y su hermana van a cumplir 37 años como hijas de esta hermosa familia.
Una amable pareja se presentó ante ellas con una sonrisa y las llevaron a la primera casa que se convirtió en su hogar. Maribeth pensaba que tarde o temprano se cansarían de ellas, pero sus amorosos padres siempre las trataron con amor e hicieron que nunca les faltara nada.
“Estoy tan agradecida por la vida y el amor que nos dieron, su apoyo incondicional. Me siento bendecida de llamarlos mamá y papá”.
Celebramos que después de tener unos primeros años de vida tan difíciles, Maribeth y su hermana lograron permanecer unidas y con unos increíbles padres que las amaron sin condición.
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