El protagonista de esta historia se llama Guille, es un valiente niño de 8 años que desde que tenía 5 ha estado luchando contra el cáncer. Vive en Málaga con su mamá Taty, su papá Dani y su hermano Alex de 14 años.
Conocí su historia a través de un comentario de su mamá en una publicación de Pablo Ráez que fue vista por miles de personas, puedes recordarlo aquí. Fue inevitable querer conocer más sobre este pequeño guerrero.
Desde muy pequeño ha sido muy risueño, activo y muy divertido con una chispa de alegría.
A pesar de las peores dificultades, sigue transmitiendo amor a los demás a través de su linda sonrisa.
Todo comenzó cuando estaba disfrutando en un parque acuático y de pronto su pie derecho comenzó a dolerle tanto que no podía apoyarlo, lo llevaron a recibir atención médica y le diagnosticaron un esguince.
Pero no se recuperaba a pesar del tratamiento, así que visitaron otro médico y le dijeron que padecía artritis.
Sus padres no estaban convencidos, viajaron a Madrid porque la reumatóloga tratante de Málaga no consideraba necesario realizarle más pruebas. Finalmente allí les dieron un diagnóstico, Guille tenía osteomielitis. La lesión estaba en su astrágalo, un hueso pequeño que tenemos en el pie, es el que permite la función del movimiento.
Comenzaron un largo camino…
Fue sometido a una cirugía para vaciar el hueso y a un tratamiento para recuperarse. Después del tratamiento y transcurridos cinco meses, el 28 de noviembre del 2013 visitaron a un doctor de apellido Acha en el Hospital Materno Infantil de Málaga, y comenzó una aventura muy larga en la que tenía que ser muy valiente. Tenía cáncer, sarcoma de Ewing.
Tenía que enfrentarse contra un tipo de cáncer infantil óseo muy extraño y con alta mortalidad, era un “monstruo” que iba a vencer. En diciembre de 2014 comenzaron largos ciclos de quimioterapia de más de 10 horas diarias durante tres días seguidos cada 21 días.
Guille le diría «adiós» a su pie
En muchos hospitales de España estudiaron su caso e hicieron todo para dejar su pierna lo mejor posible. Pero lamentablemente, coincidieron en que la única opción era amputar su pie.
El día 26 de mayo del 2014 Guille fue sometido a una cirugía en el Hospital Materno Infantil de Málaga que cambiaría su vida para siempre, pero que lo haría estar libre del cáncer.
Él quiso preguntar a los médicos a qué altura le cortarían su pierna y también despedirse de su pie y que todos le dijeran adiós.
A pesar de lo difícil de perder una extremidad de su cuerpo y estar durante siete meses sin poder caminar, para este niño no cabía la palabra rendirse, siempre se mantuvo valiente y con una sonrisa dispuesto a hacer que la carga para él y su familia fuera más ligera.
Hay personas que nacen con un propósito especial en la vida y estoy segura de que el de Guille es recordarnos cómo hacer de los obstáculos una oportunidad para confiar en nosotros mismos. Incluso cuando todo parece oscuro, hay que tener la esperanza de que saldrá el sol.
Junto al amor de su hermosa familia ganó la batalla y se convirtió en un ejemplo para todos porque a su corta edad, donde tuvo que sacrificar los juegos, correr, descubrir el mundo y disfrutar con amigos para recuperar su salud, él nunca dejó de soñar ni perdió su sonrisa.
Y aunque a veces hay días muy difíciles, Guille cuenta con el apoyo de su familia y el de miles de personas que lo admiramos mucho. La prueba más difícil ya pasó, ahora él merece disfrutar toda la felicidad posible.
¡Gracias Guille! Conocer tu historia me inspira a mí y a todos a seguir adelante. Tú eres un verdadero campeón y vas a lograr todo lo que te propongas.
El pasado fin de semana compartió el día con Javier Mérida gracias a sus padrinos y madrinas que le regalan muchas sorpresas.
Compartir con un deportista amputado le permitió comprobar que no existen límites para cumplir sus sueños.
¿Cómo podemos ayudarlo?
Guille actualmente tiene una prótesis, pero está en constante crecimiento y necesita ser ajustada con frecuencia. Necesita la ayuda de todos para que sus padres puedan costear el reemplazo de la prótesis por una de mejor calidad que le permita desenvolverse con normalidad con la que pueda bañarse, correr con tranquilidad y hasta jugar al fútbol, su deporte favorito. Puedes visitar su página de Facebook aquí.
Este tatuaje representa la nueva vida que Guille tuvo cuando finalmente las células malignas le dijeron adiós a su cuerpo, su papá y su mamá lo tienen marcado en la piel como la mayor prueba que han superado juntos.
Puedes visitar su página aquí y si quieres conocer cómo colaborar. No importa que sea poco, si todos ponemos un granito de arena podemos lograr una gran diferencia.
En esta foto está junto a su hermano Alex, también ha sido su apoyo en este largo viaje.
Guille ha superado muchas adversidades, ahora está en primer año de educación secundaria, sigue siendo un campeón y jamás ha perdido su sonrisa que da luz a todos los que le conocemos.
Definitivamente, los héroes de verdad verdad, no son personajes de Marvel, son anónimos y es un privilegio poder aprender de ellos. Guille nació para enseñarnos a todos que el amor todo lo hace posible y que ante las dificultades, jamás hay que perder la esperanza.
Compartir su historia es otra forma de ayudar a Guille y también a todos los que necesiten un empujón para no rendirse.