Cuando una tragedia embarga a una familia sus vidas cambian por completo, el desaliento y la tristeza invaden su corazón. No obstante, el amor familiar y la fe pueden hacer grandes milagros como el que ha ocurrido con una joven de 16 años de Nueva Zelanda. Hollie Snell sufrió un accidente el 18 de noviembre y ha mostrado una recuperación milagrosa, justo antes de que sus órganos fueran donados.
La chica es aspirante a trabajadora social y su impulso por ayudar a los demás controlaba su vida. Por esa razón, decidió ser donante de órganos. Lo que nunca imaginó ni ella ni su familia es que la posibilidad de llevar a cabo una donación se le presentaría siendo tan joven.
Hollie sufrió un accidente automovilístico en la carretera estatal 33 en Okere Falls. El automóvil en el que viajaba impactó de frente con otro y la joven recibió lesiones severas en su cerebro. Mientras que el otro conductor falleció en el impacto. La joven fue trasladada en avión al hospital Waikato y recibió soporte vital.
Debido a la importante lesión en su cerebro y la inflamación severa, los médicos no dieron a la familia mayores probabilidades de vida para Hollie. Ante la desgarradora noticia, sus padres y hermana contrarrestaron el dolor preparándose para cumplir la voluntad de la joven: donar sus órganos.
Durante una semana la posible donante estuvo conectada al soporte vital con el fin de conservar sus órganos en perfecto estado, mientras se preparaban para la intervención. Sin embargo, la joven mostró una milagrosa recuperación al poder abrir sus ojos y empezar a respirar por su cuenta.
«Gracias a todos por sus oraciones. Hollie ha hecho algunos progresos. Se le ha quitado el soporte vital y está respirando por su cuenta. Puede abrir los ojos. Está tosiendo mucho y bostezando. Los médicos saben por sus ondas cerebrales que puede oírnos y que tiene un patrón de sueño normal», dijo su hermana Larnie Woodward, a través de su cuenta en Facebook.
Las lesiones que Hollie sufrió son bastantes complejas, los médicos no encuentran una explicación lógica a su sorpresiva recuperación más allá de la posibilidad de un verdadero milagro. Por ahora, la joven se mantiene en cuidados intensivos pues, a pesar del notable progreso, su condición es extremadamente delicada. Los médicos están considerando la posibilidad de trasladarla a un centro de rehabilitación para jóvenes en Auckland, una vez que esté lo suficientemente estable.
La familia de Hollie se mantiene junto a su cama en todo momento, brindándole compañía y los mejores cuidados. Especialmente en estos momentos, en los que saben que la joven puede escucharlos. Ellos esperan que con las atenciones y oraciones de sus amigos termine de completarse su milagrosa recuperación y la joven pueda regresar a casa.
Entre los vecinos y amigos de la familia han creado una iniciativa llamada GiveALittle que busca recaudar fondos para ayudar a los padres de Hollie, Dale y Davey para que la familia pueda sobrellevar la situación económica que el accidente ha provocado. Durante la primera semana recaudaron más de 12.000 dólares, gracias a la colaboración de 211 donantes.
No cabe duda que la historia de Hollie ha conmovido a más de uno. Su milagrosa recuperación parece indicar que la joven aún tiene una gran misión en este mundo más allá de ayudar a salvar otras vidas con sus órganos.
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