Santiago Cuxulic Julajuj, de 33 años, permanece atado a través de una soga en el patio de su vivienda, como si de una bestia salvaje se tratara.
El hombre vive en La Ilusión Chuiquel, Sololá, en Guatemala. Su familia ha tenido que recurrir a este drástico recurso, porque según ellos, tiene fuertes problemas psicológicos desde hace 17 años, lo que podría ser una grave amenaza para los vecinos y para su propia familia, incluso.
Ellos aseguran que en varias ocasiones los vecinos han recibido ataques de parte de Santiago, por lo que no han tenido más remedio que tenerlo atado de ese modo.
La familia Cuxulic Julajuj tiene escasos recursos ecomómicos y tampoco recibe ayuda del gobierno, por lo que no han podido pagar los altos costos de los medicamentos que Santiago necesita para curarse de su trastorno mental.
Es por eso que a través del alcalde comunitario, Agustín Cosigua, su historia ha podido llegar a los medios, y ahora piden ayuda a la comunidad para ver si alguna organización solidaria acude en su ayuda y cambia el destino del pobre hombre.
Aunque ahora Santiago es un hombre perturbado, testigos comentaron que en su juventud era un hombre sano, una buena persona. Pero repentinamente empezó a manifestarse la enfermedad, por lo que la familia tuvo que empezar a vender sus propiedades para poder costear el tratamiento, hasta que la situación fue insostenible.
“Es difícil ver a mi hijo amarado todos los días, buscamos ayuda, pero nadie nos la ha dado. Muchas familias se aburren por una simple enfermedad que podría tratarse en una semana o dos, pero en mi caso, estoy luchando desde hace 17 años, salgo a buscar comida y mi esposa lo cuida, es bastante complicado”, expresó Esteban Cuxulic, de 82 años, padre de Santiago.
La madre Marta Julajuj Raxtun, por su parte, dijo: “Es necesario encerrarlo o amararlo porque afuera podría agredir a las personas, ya que no es consciente de lo que hace. A nosotros nos ha agredido, igual es mi hijo y tengo que velar por él, porque me da lástima que esté en esa situación”.
Otros vecinos han declarado que extendidos rumores dicen que el joven «pudo haber sido víctima de un embrujo debido a la envidia de la gente».
Otro testigo declaró que desde que le dieron una bebida sin darse cuenta, cayó con el terrible trastorno. Y después de la reunión en la que le suministraron algo que nunca sabrán, ya la vida de la familia no fue la misma, empezando a suceder cosas extrañas.
En un momento dado consiguieron que un médico pudiera revisar a Santiago y concluyó que probablemente se trate de un embrujo o algún influjo sobrenatural, ya que lo encontró en perfectas condiciones de salud. Desde ese momento, la creencia de su familia y de los vecinos es que Santiago fue hechizado.
La situación de mantenerlo atado era verdaderamente angustiante para la familia, así que gracias al alcalde comunitario lograron una autorización para dejarlo salir de la casa, pero siempre que estuviera amarrado dada su amenaza de peligro.
Univisión
Después de que su situación se diera a conocer, el alcalde comunitario Agustín Cosigua, ha logrado trasladarlo a otra población, donde probablemente podrá recibir la atención médica que tanto necesita. Sus padres no pierden la esperanza.
Esperamos que la situación de Santiago mejore y pueda ser sometido al tratamiento psiquiátrico que necesita, y que finalmente sus padres puedan recuperar al hijo que conocieron en su juventud, tan sano y con un buen corazón.
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