Esta es una de esas historias que nos dejan sin aliento, a veces las personas enfrentan sus problemas de forma insólita. John Ripple es un hombre de 71 años que el siete de septiembre del año pasado decidió robar un banco en Kansas porque su meta era ir a la cárcel para dejar de vivir con su esposa.
Sí, el cometió un delito para asegurarse de que saldría de su domicilio directo a la cárcel y tras las rejas se libraría de seguir conviviendo con su pareja. ¿Qué te parece?
El hecho sucedió en Kansas, Estados Unidos, y el pasado martes un juez federal dio la sentencia del caso de este señor condenándolo a seis meses de detención domiciliaria y a realizar cincuenta horas de servicio comunitario.
Según información de las autoridades policiales, John entró al Bank of Labor en Kansas City y le entregó a una empleada una nota en la que exigía dinero y le decía que tenía un arma consigo.
Así que la empleada del banco le entregó aproximadamente 3.000 dólares, mientras él se dirigió a la recepción de la institución bancaria y se sentó cerca del guardia de seguridad según muestra el vídeo de la cámara de seguridad.
Cuando el personal de seguridad se acercó a él, le dijo: “Yo soy el hombre que está buscando”.
En pocos instantes las autoridades policiales llegaron al banco y arrestaron a John. Él les comentó que había peleado con su esposa y que prefería estar en una cárcel que seguir viviendo junto a ella en su residencia.
También les dijo a las autoridades que escribió la nota que llevaría al banco frente a su esposa, se dirigió a la institución bancaria y realizó el robo. Se presume que tomó en cuenta que ese banco estaba ubicado a pocos metros de una estación de policía.
Ante este extraño caso, los familiares de John declararon ante las autoridades que posiblemente él padecía un problema mental.
El juez lo dejó en libertad hasta el día del juicio. John había sido sometido a una cirugía del corazón que le produjo trastornos psicológicos asociados a una depresión severa.
En sus declaraciones John declaró: “Estoy harto de vivir con mi esposa, y por eso motivo decidí robar el banco para que me metieran preso”.
Pero la sentencia que recibió el pasado martes no era lo que esperaba, su plan se habría frustrado, recibió una condena para estar en casa bajo arresto domiciliario.
El señor John podría haber recibido una condena de 37 meses de prisión, pero gracias a la solicitud de indulgencia de sus abogados y los fiscales apoyados por el vicepresidente del banco y la empleada del banco recibió casa por cárcel.
Las autoridades judiciales comprobaron sus problemas de salud mental, su remordimiento y que era improbable que reincidiera en actos delictivos.
John deberá cumplir tres años de libertad condicional supervisada, además de las cincuenta horas que realizará en trabajos de servicio comunitario. Su esposa lo acompañó a declarar ante la corte.
Esta es la condena más extraña que se ha visto por robo de un banco, sin duda un hecho insólito que afortunadamente tuvo un final feliz aunque no era el esperado por el señor John. ¡Compártelo!