Siempre es algo positivo darle una mano a alguien que lo necesita y más si este se ha perdido en su camino.
Un lunes por la mañana mientras un hombre iba por una carretera de camino a su trabajo, algo extraño y de color grisáceo se encontraba en el suelo cubierto de nieve. Esto logró captar completamente su atención.
El objeto extraño podría haber sido confundido con los restos dejados por la tormenta que destruyó la costa de Nueva Inglaterra durante el fin de semana o tal vez podría ser una de las rocas que se alineaban en la transitada carretera.
Pero de todas maneras el hombre comenzó a inspeccionar más a fondo el extraño objeto que se encontraba en el suelo y fue allí cuando se dio cuenta que se trataba de una pequeña foca que había sido arrastrada por la tormenta.
El pequeño estaba vivo, pero quedó muy afectado a causa de la tormenta. Ashley Stokes, la gerente de la Seacoast Science Center, o SSC por sus siglas, comentó: “Es muy probable que la foca haya sido arrastrada por causa de una marea extremadamente alta”.
“Una vez que estuvo allí, probablemente se dio cuenta de que era un lugar más deseable que ser golpeado por las olas altas y se quedó tranquilo. Desafortunadamente, no se dio cuenta de que no era un buen lugar para él”.
Si la persona no hubiese encontrado al letárgico cachorro de dos meses esa misma mañana, las probabilidades de que fuese atropellada por cualquier vehículo de paso por ese lugar hubiese sido muy alta.
Un oficial de policía arribó al lugar para mantener a salvo a la pequeña foca mientras esperaba que los miembros de rescate de la SSC llegaran para trasladarla de la carretera a un estacionamiento cercano.
Después de varias inspecciones, el equipo de rescate notó que el pequeño comenzó a dar signos de comportamiento que indicaban que no sobreviviría estando solo.
Poco después el trabajo para poder salvarlo se llevó a cabo en la instalación de rehabilitación del National Marine Life Center, al pequeño lo llamaron Saco, por el pintoresco río que corre desde New Hampshire hasta Maine.
«Rápidamente nos dimos cuenta de que su nivel de azúcar en la sangre era extremadamente bajo y estaba críticamente deshidratado», dijo Stokes.
“Afortunadamente, los rayos X no revelaron ninguna lesión grave, por lo que ahora las principales prioridades son lograr que su nivel de azúcar en la sangre y de hidratación regrese a la normalidad, y luego lograr que comience a comer pescado por su cuenta otra vez”, añadió.
La pequeña foca presentaba estornudos y tos, además de que estaba muy delgado para su edad. Pero poco a poco su estado fue mejorando y el pequeño parecía estar muy agradecido de tener finalmente un lugar seguro.
Después del arduo trabajo empleado en su rehabilitación, Saco comenzó a mostrar signos de mejoría enseñandoo un poco más de actitud, eliminando cualquier rastro de pasividad que había presentado en el pasado, Stoke quedó satisfecha con lo que presenciaba.
Este pequeño chico es un luchador, pero todavía le queda un largo camino por recorrer”, escribió el National Marine Life Center en su página de Facebook.
Las focas normalmente nacen entre los meses de diciembre y febrero, se quedan con sus madres los primeros 16 días y después cada uno emprendería su propio viaje y viviría por sí mismo. Olas grandes y vientos fuertes pueden privar a las pequeñas focas independientes de sus hábitats, así como lo ocurrido con Saco.
El centro está preparado para ayudar a Saco para que regrese a su hogar donde pertenece. Con un pronóstico optimista, es solo cuestión de tiempo antes de que Saco pueda estar en libertad nuevamente, pero por ahora está disfrutando sus muy merecidas vacaciones.
¡Qué buena noticia! Siempre hay que estar atento y dispuesto a ayudar a todo aquel que lo necesite.
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