El insólito acto de un hombre de origen ruso casi le consigue el premio Darwin, un «reconocimiento» que les dan a las personas cuya estupidez contribuye a su muerte. Pero afortunadamente, este sujeto pudo vivir para contarlo.
El suceso tuvo lugar en un bloque de edificios de la localidad siberiana de Yakutsk, en la República de Sajá
Los vecinos del edificio residencial tuvieron que ser testigos de los gritos del hombre, el pasado fin de semana. Nadie lograba acertar de qué se trataba ni de dónde provenía exactamente el llamado de alerta, pero se trataba de algo grave y no había tiempo que perder.
El hombre vivía en el décimo piso y al parecer, perdió sus botas por un pozo de ventilación pero no estaba dispuesto a despedirse de ellas tan fácilmente.
Eran unas botas tipo valenki, las tradicionales botas de invierno rusas, especiales para soportar las gélidas temperaturas del invierno
Era comprensible que el hombre no quisiera perderlas puesto que sin ellas difícilmente se puede andar por la calle en semejante clima tan inhóspito. Pero de ahí a casi perder la vida, todavía hay un abismo.
Se ve que pretendía ponerlas a secar cuando su intento por recuperar su calzado le salió terriblemente mal. Resbaló por el conducto hasta quedar atrapado en el primer piso y solo salvó su vida porque esa construcción se estrechaba en la parte baja del inmueble.
El hombre cayó 28 metros por el conducto, todo por unas botas
Los vecinos se dieron cuenta de que los gritos provenían de detrás de una de las paredes de hormigón de la planta baja del edificio. Fue entonces cuando muy preocupados, decidieron llamar a los servicios de emergencia para ver qué es lo que estaba sucediendo.
Cuando los bomberos se presentaron en el lugar de los hechos, tuvieron que abrir un agujero en la pared y descubrieron la insólita escena: un hombre atrapado boca abajo.
Afortunadamente, el hombre seguía vivo y confirmó que sus botas habían caído por el conducto, y él tras ellas tratando de recuperarlas. Pero nunca pensó que su imprudencia le llevaría tan lejos, y en cuestión de segundos casi le cuesta la vida.
Los efectivos atravesaron la pared con sierras y martillos para descubrir al hombre colgado boca abajo.
La estrechez del conducto en la zona baja y las valenki de lana ayudaron a frenar el impacto.
Tras ser rescatado, el hombre fue hospitalizado, aunque por el momento se desconoce su estado de salud tras el aparatoso accidente. Debería haber tenido un final fatal, pero el hombre fue increíblemente afortunado.
Este fue el insólito rescate que ha dado tanto de qué hablar en las redes:
Sin duda, un rescate con un gran final feliz pero ciertamente el hombre aprendió la mejor de las lecciones. ¿Qué tan importantes pueden ser en ocasiones nuestras pertenencias que haríamos lo que fuera con tal de no perderlas?
Comparte este insólito incidente para crear conciencia, la vida es un don invaluable y no puede ser equiparado al de unas botas, ¿no te parece?