No sabemos cuándo llegará nuestro día de partir, pero sí que debemos estar dispuestos a disfrutar cada segundo de la vida a plenitud y valorar esos pequeños regalos que no se pueden comprar y nos llenan el corazón de felicidad.
Esta es la historia de un hombre que ingresó al hospital con una ruptura de aneurisma de aorta pero estaba muy grave como para ser sometido a una cirugía. El pronóstico de los médicos no era alentador, le dijeron que moriría en unas horas por una hemorragia interna.
Estaba ingresado en el Hospital Universitario de Aarhus en Dinamarca, en ese centro hospitalario no se puede fumar, como en la mayoría de los centros de salud.
Pero el último deseo de Carsten Flemming era un cigarrillo y una copa de vino, y decidieron hacer una excepción para hacerlo realidad.
Él quería un cigarrillo mentolado y una copa de vino blanco, las enfermeras y sus familiares estaban de acuerdo en complacerlo porque en ese caso para ellos era más importante su deseo que el tratamiento médico y las normas de prevención contra el tabaco.
Decidieron trasladar su cama a un balcón para que pudiera disfrutar del cigarrillo y la copa de vino mientras contemplaba el atardecer con su familia. Tenía una vista grandiosa de el cielo y sus mejores colores.
La página de Facebook del hospital publicó la emotiva escena y ha sido compartida por más de 4.600 personas. Puedes visitar su página aquí.
Ellos explicaron: “Las necesidades de los pacientes siempre son lo primero y no podemos cuestionar eso”, comentaron que publicaron la imagen con la autorización de su familia porque hay muchas historias sobre lo duro que puede ser fallecer a causa de esa enfermedad.
También alegaron que querían acabar con los tabúes sobre la muerte y la importancia de proporcionar una muerte digna para todos los seres humanos.
En esta crisis sanitaria por el coronavirus, la mayoría de los pacientes que han fallecido a causa de la enfermedad no han podido despedirse de sus seres queridos, lo han hecho en soledad, el duelo de quienes pierden a alguien así es más complicado.
A pesar de que vulneraron las reglas y recibieron algunos comentarios negativos por eso, la mayoría de las personas aplaude su esfuerzo por hacer que el paciente partiera complacido al haber cumplido lo que más deseaba en ese momento tan difícil en el que tuvo que despedirse.
¡No te vayas sin compartir esta inspiradora historia con tus amigos! Recuerda que cada segundo cuenta y hay que vivirlo a plenitud.