Ben Hopper y Kelly Netherton no sólo se encontraban esperando un bebé, sino que también estaban en medio de la algarabía de planear cada detalle de su boda para formalizar legalmente su unión. Ben y Kelly llevan varios años tratando de quedar embarazados. Por desgracia, debieron enfrentar momentos muy difíciles al tener un par de embarazos fallidos que comenzaban a desanimarlos cada vez más.
“Perdimos unos gemelos hace seis meses, y seis meses antes de eso perdimos otro bebé. Nos dijeron que era probable que ya no lográramos tener hijos”.
Sin embargo, la pareja no estaba dispuesta a rendirse y ahora esperan con ansias la llegada de un nuevo bebé. Como este bebé significa mucho para ellos, Ben decidió celebrarlo de una manera muy especial con una gran fiesta de revelación del género para celebrar el largo trayecto recorrido.
El plan de Ben era que la fiesta de revelación de género coincidiera con la boda.
Para esto Ben decidió ponerse en contacto con el Hospital de Mujeres y Niños de Hull que es el encargado de llevar el control prenatal de Kelly. Ben sabía que Kelly se había realizado recientemente el eco de las 20 semanas de embarazo y ese suele ser el examen con el que los médicos ya pueden revelar el género del bebé.
Ben y Kelly ya tienen una hija de 7 años llamada Lacie-May.
Cuando llamó por teléfono le dijeron que no había ningún problema, pero una vez que se dirigió hasta allá personalmente le explicaron que no le podrían dar ninguna respuesta porque eso era algo que sólo podían decirle a la madre del bebé. Las noticias fueron tan duras que Ben no pudo evitar romper en lágrimas.
“Me rompió el corazón. Pensé que hacer la fiesta de revelar el género sería una buena idea. Les había dicho lo mucho que significaba para mí”.
Ante las constantes negativas de la directiva del Hospital, Ben les preguntó si podrían darles la información una vez que contara con el consentimiento de Kelly y le respondieron que sí. Sin embargo, una vez que se dirigió al hospital con ella su respuesta seguía siendo la misma.
“A pesar de que tenía el consentimiento de mi prometida continuaron negándose porque yo no era la madre del niño. Finalmente se lo dijeron a mi pareja y yo me fui de la habitación”.
Ben asegura que todo esto ha afectado profundamente sus planes de boda, ya que tenía un discurso pensado en la revelación del género del bebé y ahora tiene que modificarlo todo. Por su parte, la directiva del hospital ha explicado a los medios que por ningún motivo, incluyendo una boda, pueden revelar ese tipo de información a alguien que no sea el paciente.
“Los resultados de cualquier prueba médica deben ser entregados únicamente al paciente, aunque nos pidan que se los digamos a alguien más. Esto sólo puede hacerse con un documento legal como un poder notariado”.
Esta controversia se ha vuelto viral en las redes y ha generado agitados debates sobre la necesidad de permitir que el padre del bebé pueda estar más presente en el proceso del embarazo.
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