La primera vez que conocemos el mar es algo que no se olvida. Para la mayoría de nosotros se trata de hermosos recuerdos al ir de vacaciones con nuestra familia y sentir por primera vez la arena bajo nuestros pies.
Sin embargo, un anciano llamado Howard Fishernunca había pasado por esta bonita e inolvidable experiencia.
Lo más irónico del asunto es que Howard vive en nada menos que Florida, pero nunca se le presentó la oportunidad de conocer la playa.
Howard acaba de cumplir sus 93 años.
A lo largo de su vida, Howard nunca le dio mucha importancia a esto. Pensó que ya llegaría el momento indicado pero con el paso de tiempo fue algo que posponía cada vez más.
Ahora, días antes de su cumpleaños comenzó a sentir mucha nostalgia de haberse perdido de algo tan importante. Pensó que ya era demasiado tarde y que su estado de salud haría un viaje a la playa completamente imposible.
“He vivido acá durante 20 años y jamás he visto el mar. Ahora me gustaría hacerlo pero creo que no podré”.
Fue entonces cuando decidió contactar a su hija para contarle lo que sentía. Sandra quedó conmovida ante las palabras de su padre y viajó hasta su casa para poder acompañarlo en un día tan importante.
Para poder trasladarse, Howard necesita una silla de ruedas y esto era lo que hacía su sueño un poco más complicado. La que suele utilizar no serviría en la arena; pero Sandra no descansó hasta conseguir una apropiada para la playa.
“Claro que todavía puedes conocer el mar. Yo me aseguraré de que lo hagas”.
El día llegó y se convirtió en una experiencia inolvidable para padre e hija. Sandra se dedicó a capturar en fotografías la alegría de su padre al conocer el mar. Se puede ver que Howard está pasándola bomba y se encuentra demasiado feliz de finalmente tener una experiencia que para tantos de nosotros resulta vital.
“Mira, hija. Floto como un corcho. ¿No es genial?”.
Para la mayoría lo normal es que nuestros padres se encargaran de fotografiar y documentar nuestro viaje a la playa. Para Howard resultó mucho más especial porque contó con la ayuda de su hija en este bonito momento.
“Creo que nunca fue a la playa porque no tuvo suficiente motivación. Ahora que tomó la decisión tan sólo necesitaba un poco de ayuda”.
Howard quedó sin palabras ante el hermoso paisaje que tenía ante sus ojos. Disfrutó de la hermosa vista de las nubes, el mar y las olas. Gracias al apoyo de su hija, Howard logró cumplir un importante sueño que había ido quedando pospuesto a lo largo de tantos años.
Comparte esta bonita historia para recordar que nunca es demasiado tarde para lograr un sueño.