Ian Coates es un amoroso padre de familia que fue diagnosticado con la enfermedad de Crohn. Esta condición hace que sufra de fuertes dolares debido a un proceso inflamatorio en su aparato digestivo.
Con el tiempo, las cosas empeoraron y los médicos decidieron que lo mejor para él sería someterlo a cirugía y darle una bolsa de ostomía.
Ian lleva nueve años necesitando usar una bolsa de ostomía.
Cuando llegaron las vacaciones, la familia Coates decidió disfrutar de un buen paseo y se dirigieron a las instalaciones de Blutlins.
Eran días calurosos así que comenzaron a hacer fila durante más de una hora para poder acceder a la piscina sin imaginar que todos sus planes quedarían arruinados por personas que lo juzgarían por su condición.
Ian tiene 48 años y quería entrar a la piscina con su hijo de 11.
Cuando llegó el momento en el que los hijos de Ian podían acceder a la piscina, un personal de seguridad se acercó hasta ellos y le dijo a Ian que él no podía nadar junto a sus hijos por la operación que había recibido.
“Arruinaron nuestro día de descanso. Todos nos tuvimos que ir”.
Ian quedó simplemente impactado. A lo largo de muchos años ha compartido con personas que tienen su misma condición y sabe que todos pueden acceder a este tipo de lugares sin ningún problema.
Después de todo, las bolsas de ostomía cuentan con mecanismos de seguridad apropiados para que nunca se desprendan y nada de su contenido salga de allí.
Una señora que estaba en el lugar aseguró que su hijo sí pudo nadar con una bolsa de ostomía.
Por desgracia, el personal de Butlin no se encontraba preparado para lidiar con una situación así y todo lo que le indicaron era que simplemente no lo dejarían entrar al agua.
“Fue algo muy molesto y humillante. Todos en la fila podían escuchar lo que sucedía e incluso varias personas intentaron defenderme”.
Durante varios minutos, Ian no pudo hacer más que permanecer completamente indignado a un lado de la piscina mientras pedía que le permitieran hablar con el encargado del lugar.
Por más que intentó razonar con ellos y explicarles que su bolsa de ostomía era completamente segura, no le permitieron acceder a las instalaciones que tanto había esperado para disfrutar de su día en familia.
“El error fue corregido tan pronto como pudimos. Queremos asegurarnos de que todos nuestros usuarios estén seguros y puedan pasarla bien en nuestras instalaciones. Permitiremos que las personas con bolsas de ostomía puedan usar la piscina”.
Después de un gran escándalo, la compañía se comunicó con Ian al día siguiente para invitarlo a la piscina a él y a sus hijos. Emitieron unas disculpas públicas y aseguraron que están trabajando y formando a todos sus empleados para que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir.
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