El rostro de un hombre de Missouri se hizo viral en los últimos días después de que este publicara un vídeo en Snapchat, en el que lamía los artículos de la estantería de una tienda para demostrar su “temeraria” actitud frente al inminente peligro del coronavirus.
Después de que la grabación hecha el 11 de marzo corriera como pólvora en las redes y personajes como el presentador británico Piers Morgan solicitaran ayuda para reconocerlo y encarcelarlo, parece que los cibernáutas y las autoridades han actuado.
El autor de la grabación fue identificado como Cody Pfister, de 26 años, quien reside en Warrenton, Missouri.
Ahora, el panorama del hombre no parece tan divertido como su rostro en el vídeo, pues las autoridades de Warrenton decidieron intervenir debido a las innumerables quejas recibidas de personas de diferentes partes del mundo.
El sujeto ha sido acusado de «causar intencionalmente una falsa creencia o temor de que existiera una afección que implicara peligro para la vida». Pero según informó la policía, esta no sería la primera vez que el polémico hombre se mete en problemas.
El Sr. Pfister ha estado tras las rejas en ocasiones previas acusado por robo y hurto, así que puede que su nueva visita o los cargos legales que consideren las autoridades no se le hagan tan insoportables.
Lo que sí resulta intolerable es la inminente actitud que muchas personas están asumiendo frente a la emergencia y el dolor que ha ocasionado el coronavirus. En días pasados vimos cómo se hizo viral el vídeo de una mujer que lamió el inodoro de un avión para cumplir con un reto llamado Coronavirus challenge.
Es preocupante la tendencia mostrada por las generaciones más jóvenes que se burlan del virus mortal sin pensar en la consecuencia de sus acciones.
Pero, como si esto no fuese lo suficientemente peligroso, hay quienes se resisten a cumplir con el distanciamiento social.
Este ha sido un grave problema en países como Estados Unidos, en el que se ha criticado duramente el incumplimiento del confinamiento pues las personas parecen estar eludiendo las restricciones para continuar con el disfrute y los placeres de unas vacaciones cualquiera.
Al menos así lo ha demostrado la denuncia de las autoridades de Florida el fin de semana, quienes publicaron imágenes en las que centenares de personas celebraban en la playa burlándose del dolor de los que luchan contra el coronavirus. Mientras que los casos de contagio en el país superan los 5.500 y se convierte en el epicentro de la pandemia en el continente americano.
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