Después de haber realizado las pruebas pertinentes para contribuir con la investigación del crimen de Gabriel, su cuerpo sería trasladado desde primera hora de esta tarde a la Diputación de Almería donde se realizará la capilla ardiente.
Por deseo expreso de los familiares de Gabriel como un gesto de gratitud por el apoyo que han recibido estará libre el acceso para todo el que quiera darle el último adiós a Gabriel.
Muchas personas se congregaron para recibir con un emotivo aplauso el féretro del pequeño “pescaíto” que tuvo a todo el país con el alma en vilo desde el pasado 27 de febrero el día que desapareció cuando se trasladaba desde la casa de su abuela a la de sus primos.
Todos lloran la irreparable pérdida del pequeño que falleció a manos de la violencia de Ana Julia Quezada, la pareja de su padre.
El día que Gabriel desapareció desayunó con su abuela y con Ana, cuando su abuela declaró relató a los agentes de la Guardia Civil que la pareja de su hijo salió a llamar por teléfono justo antes de que Gabriel saliera a jugar a la casa de sus primos.
Aunque la abuela del menor no precisó cuánto tiempo estuvo fuera conversando, aseguró que fueron más de 10 minutos. Las autoridades no lograron comprobar la ubicación exacta del dispositivo móvil de Ana porque ella lo extravió intencionalmente.
Se presume que ella cogió el coche para secuestrar al niño en el tramo de 25 metros cuando giró la calle y la abuela lo perdió de vista. La hipótesis establece que la mujer pudo decirle algún pretexto para que él subiera con ella y trasladarlo hasta la finca en un trayecto de 4 kilómetros que se hace en menos de 6 minutos.
Los investigadores presumen que Ana golpeó violentamente al niño y cuando estaba malherido lo estranguló. El cuerpo lo mantuvo oculto hasta que el domingo, cuando la familia la dejó ir sola en su coche a petición de la Guardia Civil, ella lo buscó para llevarlo a otro sitio y así asegurarse de que no sería localizado.
Los investigadores le dijeron que registrarían el área de la finca de los abuelos paternos del niño y ella picó. A pesar de que los agentes de la Guardia Civil la mantuvieron vigilada en todo momento y grabaron sus acciones en la finca no la detuvieron de inmediato.
Su objetivo era comprobar dónde llevaría a Gabriel y si tenía un cómplice, pensaron que el niño podría estar vivo y que se trataba de un secuestro.
Ana insistía a su pareja para que ofrecieran una recompensa de 30.000 euros a quien diera información sobre el paradero de Gabriel.
Se pudo conocer que la detenida se niega a hablar, los investigadores esperan obtener a través de la reconstrucción de los hechos realizada hoy en la finca toda la información necesaria para la resolución del caso.
Ante todo, el despliegue que se ha realizado, Ana Julia se ha mantenido firme y fría, psicólogos aseguran que es una persona ególatra y psicópata que solamente vive para satisfacer sus placeres y objetivos con una postura calculadora e insensible.
A pesar de eso, pretende proyectar a los demás una imagen dulce y amable para evitar sentirse vulnerable a sus complejos de inferioridad.
Una de las hipótesis es que cometió el crimen por celos del cariño del pequeño o para cumplir su deseo de mudarse a República Dominicana con su pareja que alegaba que no se separaría de su hijo.
Los amigos de Gabriel comentan que a él no le gustaba estar a solas con la pareja de su padre y que cuando viajaba a República Dominicana deseaba que no regresara a España.
Hoy todos lloramos por Gabriel y condenamos la violencia y el abuso infantil, confiamos en que la autora del horrible crimen recibirá la pena máxima. Compartamos nuestra solidaridad con todos sus familiares.