Cuando empezamos a trabajar en una empresa, si no queremos perder el empleo debemos ceñirnos a unas normas y reglas que impone la dirección, pero sin duda éstas varían mucho entre países, culturas y organizaciones.
Sin embargo, hay una delgada línea entre lo que un empleado debe cumplir para no quedarse sin trabajo y lo que su conciencia le dicta. Eso era lo que pasaba por la cabeza de Bryan Johnston, un joven de Estados Unidos, cuando vio que en su local se tiraban centenares de donas a la basura.
Bryan Johnston trabajaba en un Dunkin’ Donuts de Estados Unidos
Al ver que diariamente se arrojaban a la basura más de 300 donas, su corazón le dio un vuelco. Sobre todo sabiendo que afuera en la calle, miles de «homeless» (personas sin hogar) darían lo que fuera por una sola de ellas.
Así que Bryan, indignado y decidido, grabó un video para denunciarlo en TikTok. Él en realidad nunca pensó en la repercusión del video, lo hizo para que lo vieran sus amigos, y que se creara conciencia sobre los desperdicios.
Pero resulta que el video se hizo viral en segundos, desatando una lluvia de comentarios. Miles de personas se contactaron con la empresa, ni siquiera para incendiarla en las redes, sino solamente para pedirles que por favor les donaran tanto dona desperdiciada.
«Cada noche, 312 donas», escribió Byron junto al video que al momento acumula más de 32 millones de vistas.
@bryanjohnston_ every night … 312 donuts + munchkins 😢@dunkin
Después del extendido debate que se generó sobre la cantidad ingente de basura que se tira en todas las cadenas de comida rápida, el joven de 16 años decidió no tirar las donas que no se vendieron un día.
En su lugar, las donó a bomberos y personas sin hogar. Algo que fue enormemente aplaudido en las redes, no así por su jefa. De inmediato, Byron fue notificado de su despido.
El joven apesadumbrado contó en la red social que aparentemente la empresa se puso en contacto con su jefa directa a propósito del video viral. Y después de regalar todos esos donas cuyo destino debía ser «obligatoriamente» la basura, su despido estaba asegurado.
«Claramente, Dunkin’ no quiere que la gente vea que están tirando tantas donas, solo porque no quieren pagarle a la gente para que se las de a las personas sin hogar”, dijo Bryan.
Bryan estaba realmente triste, pero empezó a recibir apoyo masivo en las redes, incluso económico. Y él, con ese dinero, decidió comprar donas para regalarlas a enfermeros y personal sanitario, puesto que al haber sido despedido ya no podría tener acceso a las donas que se tiraban a la basura.
Pero eso sí, ya que estaba bastante molesto con Dunkin’ Donuts, decidió darles donde más les doliera. Y no tuvo mejor idea que ir a la competencia, DD, Krispy Kreme, para comprarlas y grabó el momento en que las entregaba a los trabajadores de la salud.
Bryan espera que gracias a su video y su viralidad -de hecho todos en las redes ya lo conocen como «el chico al que despidieron de Dunkin»-, este asunto no se quede ahí, sino que sirva para que realmente haya un cambio en la gestión de los residuos de tantas empresas de comida.
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