Cuando empezamos a trabajar en una empresa, si no queremos perder el empleo debemos ceñirnos a unas normas y reglas que impone la dirección, pero sin duda éstas varían mucho entre países, culturas y organizaciones.
Sin embargo, hay una delgada línea entre lo que un empleado debe cumplir para no quedarse sin trabajo y lo que su conciencia le dicta. Eso era lo que pasaba por la cabeza de Bryan Johnston, un joven de Estados Unidos, cuando vio que en su local se tiraban centenares de donas a la basura.
Bryan Johnston trabajaba en un Dunkin’ Donuts de Estados Unidos
Al ver que diariamente se arrojaban a la basura más de 300 donas, su corazón le dio un vuelco. Sobre todo sabiendo que afuera en la calle, miles de «homeless» (personas sin hogar) darían lo que fuera por una sola de ellas.
Así que Bryan, indignado y decidido, grabó un video para denunciarlo en TikTok. Él en realidad nunca pensó en la repercusión del video, lo hizo para que lo vieran sus amigos, y que se creara conciencia sobre los desperdicios.
Pero resulta que el video se hizo viral en segundos, desatando una lluvia de comentarios. Miles de personas se contactaron con la empresa, ni siquiera para incendiarla en las redes, sino solamente para pedirles que por favor les donaran tanto dona desperdiciada.
«Cada noche, 312 donas», escribió Byron junto al video que al momento acumula más de 32 millones de vistas.