Son numerosas las muestras de visibilidad en la lucha por los derechos de algunos colectivos en la sociedad y en muchos casos han conseguido el apoyo de masas que solidarizándose con su situación de vulnerabilidad, tratan de arengarlos en su búsqueda por un trato más justo y humano con el resto de sus iguales.
Sin embargo, hay colectivos como el LGTB, que para algunas partes de la población todavía no termina de ser comprendido, granjeándose rechazo. Tal fue el caso de una pareja de homosexuales madrileños.
El pasado domingo, Álvaro Martínez y su novio salieron, como muchos otros, a dar un paseopor su ciudad, y fue ahí cuando queriendo guardar un recuerdo del grato día que pasaron juntos, decidieron tomarse una fotografía a punto de darse un beso. E inmediatamente, como solemos hacerlo en estos casos, lo compartieron con sus amigos en su cuenta de Instagram.
Pero el incidente pasó a mayores, causando una gran polémica entre sus seguidores, cuando al minuto, la red social decidió censurarla, quitándola del perfil de Martínez, por considerarla “inapropiada” y por “atentar contra los derechos comunitarios”.
Como era de esperarse, el dueño de la cuenta no podía dar crédito a lo sucedido, por lo que decidió volverla a publicar, esperanzado en que se tratara de un error, y a partir de ahí, el hecho desembocó en una ola de ira e indignación en toda la red.
“Parece que molestan ciertas fotos. La envidia siempre ha sido mala compañera del ser humano. Vivid y dejad vivir. Respetad y seréis respetados. Y que no se le olvide a nadie: amar es amar independientemente de la condición sexual”, fue el texto de la publicación de Álvaro subida por segunda vez.