Los conflictos de pareja pueden terminar muy mal, especialmente cuando los celos enfermizos y la violencia machista entran en juego. Pero lo que nadie imagina es que una mujer que estuvo a punto de perder la vidaen manos de su novio, lo termine perdonando en plena audiencia en la que las leyes pretendían hacerle justicia a ella.
Micheli Schlosser, de 25 años, pidió autorización al juez para abrazar y besar a su propio verdugo, Rafael Posselt, de 28 años.
Los hechos tuvieron lugar en el tribunal de Venâncio Aires, en Rio Grande Do Sul, Brasil. Y desde que la imagen del beso fue divulgada en medios locales y en las redes sociales, la supuesta víctima se convirtió en blanco de comentarios.
“Yo lo provoqué. Nunca me había agredido, siempre fue muy bueno conmigo y ya pagó por su error”, dijo la mujer a los jurados.
Después de 4 horas de juicio, la joven fue motivo de escándalo tras el polémico beso. Nadie podía entender cómo una mujer era capaz no sólo de olvidar, sino de pedir clemencia para quien casi acaba con su vida de la manera más cruel.
El caso de intento de feminicidio por parte de Posselt sucedió en agosto de 2019. «Peleamos por conversaciones que leí en su teléfono móvil. Ese día lo provoqué mucho. Lo amenacé con denunciarlo a la policía por asalto y otras cosas. Y por eso disparó. Pero él nunca me agredió antes. No me quedaría con un hombre que ataca», aseguró Micheli.
Tras la discusión, Posselt se retiró pero regresó con un arma decidido a cegar la vida de la joven. Unos amigos de Micheli lograron darse cuenta de la situación y la metieron dentro de un auto. Fue entonces cuando su novio la apuntó y terminó con 5 disparos, 2 de ellos en la cabeza, que afortunadamente no fueron mortales.
En ese momento el jurado lo sentenció a 7 años de prisión, pero en la última audiencia sucedida 5 meses después de los hechos, la Corte resolvió su libertad, debido a la intercesión de Micheli y por no tener antecedentes penales.
“Hablaremos y si todo va bien, volveremos y todo será como antes. Lo amo y ya lo he perdonado”, dijo la joven en el juicio.
«De todos los hombres que tuve, ha sido uno de los mejores. No puedo quejarme, no es mala persona», agregó.
Sin embargo, el fiscal a cargo, Pedro Rui da Fontoura Porto, quedó totalmente desconcertado, comparando su reacción con el Síndrome de Estocolmo.
“El hecho de que haya llegado diciendo que quiere casarse con él, que quiere vivir el resto de su vida con un hombre que intentó acabar con su vida, sorprendió a todos”.
«En algunos casos de violencia doméstica es normal que la víctima se ponga a favor del agresor. Pero en un intento de feminicidio, jamás. Cuando el juez anunció la sentencia en régimen semiabierto, aplaudió. Nunca había visto esto antes”, dijo el fiscal.
El fiscal argumentó además que hubo circunstancias en la relación que llevaron a tal extremo. “Había celos enfermizos en ambos lados y violencia. Tuvo una suerte increíble. A pesar de haber recibido cinco disparos, todos por la espalda, y las balas aún están alojadas en su cuerpo, hoy está ilesa, sin ni siquiera una secuela”.
Este caso sigue dando mucho de qué hablar, muchos alegan que por eso el mundo sigue así. Mujeres perturbadas en su psiquis a causa de un maltrato sistemático, con su autoestima por los suelos, que son capaces de llegar a amar a su victimario. Nos queda un largo camino por recorrer. ¡Comparte tu opinión con tus amigos!