Cada día los científicos alcanzan mayores avances en la medicina, con los cuales han ayudado a transformar la vida de muchos pacientes. Incluso, de aquellas personas con problemas bastante graves. Un ejemplo de esta situación es Jack un pequeño de Vanatu, país del océano Pacífico Sur, quien se ha convertido en la persona más joven en recibir un nuevo rostro.
Con solo 2 años, el pequeño Jack llegó a Melbourne, Australia, junto a su madre para recibir ayuda de un grupo de cirujanos líderes mundiales en reconstrucción facial. Jack nació con una hernia en su cerebro y le produjo una malformación en su rostro, específicamente en el área de su nariz. Por tal razón, su tratamiento y recuperación se pintaba largo y doloroso.
«Cuando vimos los escaneos y después de conocerlo personalmente, se hizo evidente que su caso era mucho más complejo de lo pensado», dijo la Dra. Alison Wray.
A pesar del pronóstico, Jack llegó a Australia para ser atendido en el Royal Children’s Hospital por las mejores manos. A su corta edad, el pequeño fue sometido a una serie de complejas cirugías para tratar su hernia y reconstruir su rostro. Los médicos utilizaron distractores para expandir lentamente su cráneo y utilizaron modelos en 3D para planificar su reconstrucción facial.
Jack se ha convertido en el niño más joven de mundo en recibir una cirugía de rostro y el primer paciente sobre el cual se aplican los distractores para expandir el cráneo. Un tratamiento pionero que ha podido devolverle la sonrisa a la vida de este pequeño guerrero.
«Ha mejorado dramáticamente, no sólo en apariencia, sino también en su tipo de cognición y crecimiento mental», dijo el profesor clínico de Royal Children’s Hospital Tony Holmes.
Provenientes de una familia modesta, Jack y su madre viajaron a Australia para someterse a este innovador tratamiento, gracias a la ayuda brindada por la Fundación Children First. Esta misma organización benéfica se encargó de brindar apoyo a las mellizas Nima y Dawa para que recibieran el tratamiento que les cambió la vida.
Jack ha visitado el Royal Children’s unas 40 veces, pero durante la última semana de febrero fue a su última visita y los médicos están realmente sorprendidos y contentos por su recuperación. Tras las operaciones tan complejas a las cuales fue sometido, su nuevo rostro parece haber aumentado la seguridad de Jack.
«Ciertamente se ha recuperado y se ha vuelto bastante descarado y muy curioso, y aprendió un segundo idioma mientras estuvo aquí», agregó el Dr. Wray.
Con gran satisfacción hay que informar que el pequeño Jack, ahora sonríe de lado a lado y su sonrisa se ha convertido en el mayor trofeo para su madres, quien esta inmensamente agradecida con la fundación. La mujer no pudo contener las lágrimas al abrazar y agradecer al equipo médico en esa última consulta que tuvo el pequeño. Se espera que en las próximas semanas Jack y su noble progenitora regresen a su país.
Definitivamente esta es una historia con un final feliz. Comparte esta nota en tus redes y da a conocer este gran avance de la ciencia, la información podría ayudar a algún paciente.