Un chico de 14 años ha sido sometido a una operación de amputación radical y los médicos han utilizado su pie ajustado hacia atrás para formar una nueva articulación y emplearlo como rodilla. Jacob Bredenhof es de Canadá y fue sometido a la cirugía como parte de su tratamiento para combatir el cáncer que padece.
La rutina de Jacob era bastante movida, siendo el mayor de cuatro hermanos, estudiante y apasionado deportista, era muy activo físicamente. Además, ayudaba a sus padres en la granja. Por esa razón cuando empezó a padecer de un dolor de rodilla, nadie pensó que fuese algo grave.
El joven tenía un dolor en su rodilla izquierda y no prestó mucha atención hasta que empezó a formarse una especie de bulto grande y sólido que le imposibilitaba subir las escaleras.
En ese momento, Tracey Bredenhof, la madre del joven decidió llevarlo a consulta para un chequeo. El médico de la familia revisó a Jacob y le realizó algunos estudios, entre ellos una radiografía que dejó desconcertada a la madre.
De regreso a casa Tracey recibió una llamada del médico, quien le pedía regresar al consultorio en compañía de su pareja pues había algo importante que debía decirles. En ese momento, la madre supo que el chico tenía algo más grave que una simple inflamación.
“Recibimos una radiografía y cuando regresamos a casa le dije a mi esposo que creía que era algo muy malo: cáncer. Aproximadamente cuatro horas después de la radiografía, recibí una llamada telefónica y me dijeron: ‘Necesitamos que regrese ahora mismo, y el médico le está solicitando que traiga a su cónyuge con usted'», relató Tracey.
En junio, Jacob fue diagnosticado con osteosarcoma, una forma extremadamente rara de cáncer de huesos. Los huesos de su fémur estaba plagados de un tumor canceroso, así que 17 días después de ser referido al British Columbia Children’s Hospital en Vancouver, los médicos confirmaron el diagnóstico.
De inmediato, el joven comenzó con el primer ciclo de quimioterapia agresiva. De junio a septiembre, Jacob recibió las primeras seis sesiones de su tratamiento, mientras se preparaba para entrar a quirófano para someterse a una operación donde amputarían su pierna izquierda.
El 4 de octubre del año pasado, Jacob fue sometido a una cirugía de rotación, un procedimiento poco común que lo mantuvo en quirófano durante nueve horas. Durante el proceso, los médicos cortaron la arteria principal de la pierna, manteniendo su nervio para retrocederlo a la parte inferior. Lo cual le permitiría mantener el movimiento en su pie.
La pierna izquierda de Jacob fue amputada desde la mitad del muslo hasta la mitad de la pantorrilla. Además, la extremidad fue rotada 180 grados y vuelta a colocar con el pie hacia atrás, para usar como una articulación de la rodilla.
Después de la operación, Jacob vivió dolorosas semanas de recuperación y apenas tuvo un poco de fuerzas debió regresar a su ciclo de quimioterapias.
Apenas tres semanas después de ser operado, el chico empezó a lidiar con las náuseas, pérdida del apetito, debilidad y alergias que le ocasiona la quimioterapia. Sin embargo, este valiente guerrero parece nunca quejarse.
«Es admirable cómo él ha manejado todo. Él no ha podido comenzar la escuela secundaria y nunca se ha quejado de eso. Ni una sola vez, entrando a la cirugía, dijo que no quería que esto sucediera. Él simplemente toma todo lo que viene y acepta todo lo que se ha puesto en su camino hasta ahora», comentó su madre.
Actualmente, el joven de 14 años se está sometiendo a su decimocuarto ciclo de quimioterapia y espera terminar pronto para poder aprender a caminar sobre una prótesis. Además, ha creado el blog “Cada paso: la lucha de Jacob contra el osteosarcoma», donde narra el progreso de su tratamiento y su día a día.
El chico pretende crear conciencia mediante su caso, pues este tipo de cáncer es poco estudiado y recibe poco fondos del gobierno.
«No ha habido avances en el tratamiento o el pronóstico en aproximadamente 40 años, lo que es bastante desalentador escuchar. Parte del problema es que sólo alrededor del 4% del dinero recaudado o del gobierno se destina a cánceres pediátricos. Eso es frustrante”, comentó la madre.
Antes de la operación, los médicos dieron a Jacob y a su familia la oportunidad de decidir entre tres opciones para su procedimiento; la primera consistía en una operación total que lo dejaría sin movilidad.
La segunda era una cirugía de recuperación de pierna, que significaba insertar varillas de metal en su pierna que le impedirían correr o saltar nuevamente, debido al material frágil; y finalmente, la cirugía de rotación que fue la elegida por el chico.
El mayor impulso de Jacob para tomar esa decisión, fue su pasión por el baloncesto. El joven espera terminar su tratamiento para aprender a caminar con su prótesis. Con humor y valentía, Jacob ha decidido enfrentar su condición y por esa razón ha empezado a utilizar calcetines divertidos con el fin de normalizar su look.
A pesar de lo difícil de su condición Jacob no piensa darse por vencido, se acepta como es y ha decidido no esconderlo ni tirar la toalla. Comparte su historia y ayuda a multiplicar su ejemplo.