JennaJoy Ingraham es una amorosa madre de Washington que tuvo que enfrentar su peor miedo al saber que uno de sus hijos podía encontrarse en verdadero peligro. Greysen es el más pequeño de sus hijos e hizo algo que pudo acabar con su vida.
Greysen apenas tiene 19 meses.
Todo sucedió en un descuido cuando Casey, el esposo de JennaJoy, se dirigió a la ducha. Los padres no se dieron cuenta de que el más pequeño de sus hijos había decidido seguir a su padre hacia la ducha y se distrajo con un producto que había en el tocador.
Ambos padres estaban en medio de un día muy ajetreado por lo que no prestaron suficiente atención a su hijo.
Se trataba de una botella de aceite para bebé y, en apenas un segundo, el pequeño Greysen ingirió un poco del contenido de la botella. Casey se dio cuenta de lo sucedido porque mientras estaba en la ducha escuchó a su hijo toser así que decidió asomarse.
“Lo vi poner la botella de nuevo en su lugar y hacer cara de asco”.
Casey y su esposa hablaron de lo sucedido pero asumieron que el pequeño simplemente había probado un poco y que no podía haber ningún riesgo en algo que después de todo era un producto para bebés. Sin embargo, varios minutos después se dieron cuenta de que algo andaba realmente mal con el pequeño Greysen.
“Cuando salí de la cocina vi que no se movía así que fui a hablarle. No me respondía en absoluto. Se deslizó del sofá y se enrolló en el piso. Eso era muy extraño. Estaba letárgico”.
Greyson suele ser un niño sumamente activo y travieso así que sus padres supieron de inmediato de que estaba sucediendo algo terrible. JennaJoy decidió llamar a una enfermera y le contó lo sucedido para ver qué podía hacer por su pequeño. Fue entonces cuando le explicaron que podía tratarse de un caso de envenenamiento por aceite de bebé y que debían llevar a Greysen de inmediato a una sala de Emergencias.
El aceite de bebé pude ser muy atractivo para los niños por su dulce aroma.
Casey y su hijo pasaron horas en el hospital y se dieron cuenta de lo peligroso que podía resultar el aceite de bebé. Greysen estaba a salvo pero los médicos les explicaron que un accidente así podía acabar con su vida.
“Los doctores dijeron que era el equivalente a que un adulto tomara gasolina. Si llegaba a sus pulmones podíamos tener serios problemas. Si lo inhalaba podía morir”.
Tras la terrible angustia que pasaron JennaJoy y su familia decidieron compartir lo sucedido en las redes para advertir a miles de padres sobre lo peligroso que puede resultar un producto que tantas personas usan día a día con sus bebés.
“Todas las mamás tienen ese producto en la ducha del bebé, en el baño o en la mesa donde les cambian el pañal”.
Es un alivio que el pequeño Greysen se encuentre a salvo y esperamos que esta dura experiencia ayude a muchas otras familias a estar al tanto de lo peligrosos que pueden resultar algunos productos sin la supervisión adecuada.
No dudes en compartir la experiencia del pequeño Greysen para ayudar a evitar que otros bebés tengan que pasar por un peligro tan grande.