Jennifer Ginley, de 28 años, es una joven de Liverpool que tenía una relación amorosa con su novio Luke desde hace 11 años y eran realmente felices
Tras más de una década juntos, él decidió que había llegado el momento de avanzar y pedirle matrimonio a la mujer con la que quería estar el resto de su vida, soñaba con formar una familia y tener un hogar.
Así que le propuso matrimonio a Jennifer, ella estaba feliz, pero había algo que se escondía detrás de su sonrisa, era su deseo de perder peso. No quería celebrar su matrimonio con ese aspecto.
Pesaba 122 kilos, y se propuso velar por su estado de salud y alcanzar su peso ideal, por eso no aceptó la propuesta de matrimonio de su novio hasta que no lograra su objetivo.
Jennifer se alimentaba con muchos carbohidratos, patatas fritas, chocolates, comida rápida y bebidas gaseosas.
Con su esfuerzo y voluntad logró perder 61 kilos en un año, y su transformación ha sido impresionante. Ganó el concurso Miss Slinky 2017, ha publicado su progreso en su perfil de Instagram donde tiene 207 mil seguidores. Ha sido la protagonista de la portada de la revista Slimming World.
“Yo era una niña de tamaño promedio a los 18 años, pero cuando fui a la universidad en Manchester comencé a aumentar de peso, vivir fuera de casa me hizo engordar y cuando me gradué tenía obesidad mórbida”, relató.
En 2015 fue a comprar ropa para disfrutar de unas vacaciones en Florida junto a su familia y enfrentó su problema, supo que tenía que cambiar.
“Tuve que pedir un extensor de cinturón de seguridad en el avión, debía ir en los asientos adaptados para personas más grandes y cuando vi las fotos me horroricé”, continuó Jennifer.
“Una foto mía con Little Mermaid, mi personaje favorito de Disney, me mortificó. Me vi desde una perspectiva distinta, era tan poco saludable que me puse a llorar, preguntándome cómo y por qué me había hecho eso a mí misma”, agregó.
Jennifer, trabajadora social, empezó a consumir alimentos frescos y saludables en lugar de comida rápida.
“Mi hermana y yo teníamos el hábito de ir por comida chatarra, era un pasatiempo, ahora cocinamos alimentos sanos como un delicioso pollo salteado o una salsa boloñesa casera”.
Atribuye su pérdida de peso a su optimismo, antes de rebajar tenía poca confianza en sí misma, dice que desperdició muchos años con sonrisas falsas que ocultaban lo infeliz que se sentía.
“No entendía cómo podía lograr metas en otras áreas de mi vida, pero no podía controlar lo que comía. Finalmente, tomar el control de mi peso fue un punto de inflexión tan grande para mí, tanto física como mentalmente”, comentó Jennifer.
Después de un año de esfuerzo y de cambiar sus hábitos alimenticios por completo adoptando un estilo de vida saludable, Jennifer logró lo que más anhelaba. Actualmente pesa 61 kilos.
Su novio le propuso de nuevo matrimonio. “Fue un sentimiento tan increíble poder decir ‘¡Sí!’ sin siquiera pensar un segundo en mi peso, y no puedo esperar para ir a comprar ropa”.
«Me siento como una mariposa, saliendo de mi capullo», dijo Jennifer, quien quiere inspirar a todas las personas que necesiten fortalecer su confianza para lograr sus propósitos y tomar el control de sus decisiones para mantenerse saludables y felices.
No te vayas sin compartir el inspirador testimonio de esta ejemplar mujer.