No hay nada más puro que el amor y la inocencia de un niño. Ellos son seres extremadamente sensibles e inteligentes que entienden y se preocupan por todo lo que sucede a su alrededor, especialmente cuando se trata de sus seres queridos.
La protagonista de esta historia de amor incondicional es una dulce niña de tan solo 5 años, llamada Jenny, que reside en Filipinas y que tiene como padre a un amable hombre llamado Nelson Pepe, mejor conocido como “Dodong”, al que todos ven siempre acompañado por alguna persona ya que es una persona invidente.
A su corta edad, Jenny es un ejemplo de madurez y amor. Todos los días guía a su padre desde su casa hasta un extenso plantío de árboles de cocos en donde trabaja. Ella utiliza un palo de aproximadamente un metro de largo, tomando una de las puntas mientras que su padre toma el otro extremo, y de esta manera se ha convertido en la luz en el camino de la persona que le dio la vida.
Dondong trabaja arduamente en un área de siembra de árboles de cocos, logrando escalarlos a pesar de su ceguera para poder sostener a su familia. Su ingreso promedio es de 5,5 dólares diarios, si bien es un salario por demás bajo, al menos le permite sentirse útil y cuidar de su familia lo más que puede.