Jessica D’Entremont es una amorosa madre que lleva una cuenta de Instagram con las constantes aventuras de sus hijas. Hannelore y Emma se encuentran en una edad en donde simplemente no pueden parar de hacer todo tipo de travesuras, típico de su inocencia e infinita creatividad.
Hannelore tiene 3 años de edad y Emma tiene 4.
Ambas sufren trastornos de procesamiento sensorial, una condición que realmente no ha sido muy conocida en el mundo entero; así que Jessica se asegura de documentar su experiencia para ayudar a crear conciencia sobre lo que significa vivir con un desorden de este tipo.
El trastorno de procesamiento sensorial se da cuando la persona no puede asimilar bien lo que sus sentidos están captando.
Un día, las pequeñas y ella enfrentaron una jornada verdaderamente agotadora.
Fueron de compras y en la calle tuvieron que enfrentar grandes multitudes y todo tipo de ruidos; así que lo más recomendable era que Hannelore y Emma pudieran pasar un par de minutos de completa calma para poder dormir y descansar apropiadamente.
Jessica y sus hijas viven en Massachusetts, Estados Unidos.
Sin embargo; la energía de las chicas seguía a millón y comenzaron a jugar por toda la casa persiguiéndose con figuras de dinosaurios que hicieron con legos. Fue entonces cuando Jessica tuvo una extraña idea.
“Estaban a punto de tener una crisis así que saqué las pijamas y les dije que si se quedaban completamente inmóviles lograrían cargarlas para que brillaran en la oscuridad”.
Se trataba de unas pijamas que brillan en la oscuridad. Sin embargo, Jessica se valió de una pequeña mentira blanca para lograr que sus hijas disfrutaran de unos minutos de completa tranquilidad y procesaran así toda la información sensorial que habían estado recibiendo a lo largo del día.
Como es de esperar, las dulces niñas se mostraron dispuestas a hacer lo necesario para lograr el divertido brillo en sus pijamas así que el ingenioso plan fue todo un éxito.
“Lo hacemos todas las noches antes de dormir como parte de su dieta sensorial”.
Antes de esta maravillosa idea, Jessica sólo podía recurrir a algunos aceites para que las pequeñas comenzaran a sentirse somnolientas y descansaran.
Sin embargo, el truco de las pijamas se ha convertido en una excusa perfecta para que practiquen un poco de meditación a pesar de que ellas no están del todo conscientes de lo que están haciendo.
La publicación de Jessica ya ha sido compartido más de 100 mil veces.
Una vez que comenzó a formar parte de la rutina, las chicas comenzaron a sospechar que era algo extraño que tuviesen que repetir el procedimiento todas las noches; pero Jessica supo muy bien cómo explicarles lo que sucedía.
“Les digo que cuando las guardo en los cajones ya no quedan expuestas a la luz del día así que no pueden brillar en la oscuridad. Necesitan recargarse nuevamente”.
La publicación de Jessica se volvió todo un éxito y muchos padres de todo el mundo han decidido imitar sus pasos para lograr al menos unos minutos de tranquilidad y poder dedicarse a descansar luego de un día agotador.
Comparte esta graciosa anécdota que puede cambiar el día a día de muchos padres.