Durante las últimos años la sociedad y el mundo enterohan cambiado tanto que la educación de los más pequeños se ha visto notoriamente afectada.
Muchos son los debates sobre cuáles deben ser las medidas para asegurarnos de que los niños reciban la mejor formación posible y hasta qué punto debemos dejar que la tecnología forme parte de sus vidas.
Jessica vive en la ciudad de Harrisonburg en Virginia, Estados Unidos.
Jessica Gentry es una profesora del jardín de infantes que tomó la decisión de alzar la voz y explicar realmente los principales problemas de la educación de hoy en día. Jessica está más segura que nunca de que esa es su verdadera vocación, pero tomó la difícil decisión de renunciar.
Jessica fue maestra a lo largo de 12 años.
Lo primero que cualquiera podría pensar es que se debe a los bajos salarios que recibe, pero la verdad está muy alejada de todo esto.
Gendry fue descubriendo que cada vez es más la presión que los maestros reciben para convertirse en los únicos responsables de la educación de los niños; y todo esto sin recibir ningún apoyo de sus padres o siquiera de las instituciones académicas.
“Cuando pides apoyo y simplemente te dicen ‘No le des tanta importancia’ es algo que rompe el corazón”.
En una publicación de Facebook, Jessica se tomó el tiempo de hablar claramente sobre las cosas que hacían que su trabajo fuese cada vez más difícil.
La situación llegó a un punto tan extremo que la joven sintió que su salud mental estaba en verdadero riesgo y que lo mejor que podía hacer era renunciar y dedicarse a dar a conocer la dura realidad.
“La gente dice que los niños han cambiado, pero no. Los padres lo han hecho. Trabajan durante horas y se dejan consumir por aparatos electrónicos”.
Muchas escuelas han preferido incluir el uso de aparatos electrónicos en la enseñanza pero en muchas ocasiones esto significa descuidar ciertos temas importantes como las relaciones personales.
Los maestros son forzados a ir a constantes reuniones en las que pierden valiosas horas para planificar apropiadamente sus sesiones de clase.
Jessica presentó su renuncia con 34 años.
Muchos padres exigen un tratamiento especial para sus hijos y esto puede ser un obstáculo para que consigan la educación que tanto necesitan.
Para Jessica, la situación se volvió insostenible cuando miembros de la administración de su escuela hicieron comentarios negativos sobre niños con capacidades especiales. La situación de la maestra ha causado polémica en las redes generando una ola de comentarios.
“Algunos padres llegaron a decirme que no podía decirle la palabra ‘No’ a sus hijos”.
No hay duda de que el impactante mensaje de Jessica es un llamado de alerta que nos llama a todos a la reflexión. No hay nada tan importante como la educación de los más pequeños y es una tarea que no debe recaer solamente en los maestros sino también en los padres.
Algunos subestiman la importancia de la labor de los maestros, comparte este testimonio.