Nadie está preparado para enfrentar la pérdida de un ser querido, sobre todo cuando ocurre de manera repentina.
En el caso de los niños, experimentan el duelo dependiendo del nivel de comprensión de su edad, a pesar de la luz que aporta su inocencia aun en los momentos más oscuros, sufren por el dolor de la ausencia física de esa persona que volverá más a casa.
Harvey Langton perdió a su papá solo tres días después de haber celebrado su primer cumpleaños, Darren Langton falleció en su domicilio por causas desconocidas a los 33 años.
La madre del pequeño, Jessica Pillinger, se ha esforzado por mantener vivo el recuerdo de su padre en casa y cada domingo visitan el lugar donde yace su cuerpo en el cementerio.
Para Harrey es un momento muy especial, cuando visita la tumba de su papá le enseña sus carros de juguete favoritos. Jessica quiso compartir su historia junto a las imágenes donde se aprecia al pequeño acostado sobre la lápida de su papá mientras canta “adiós papi” repetidamente.
Jessica quiere mostrar la conexión especial de su pequeño con su papá a pesar de que solo compartieron un año juntos.
La madre que vive en Bournemouth, Dorset, comentó: “Por mucho que quiera decir que es un sentimiento agradable verlo jugar de esa manera, en realidad es desgarrador porque me hace pensar en la hermosa relación que habrían tenido”.
“Pero es por eso por lo que tomo fotos, porque cuando sea mayor podrá ver que estaba participando”, dijo Jessica.
A través de su experiencia muestra la realidad que viven muchos niños que han perdido a sus padres. Señala que su hijo sabe que su papá no está ahí, pero no comprende del todo que se ha ido para siempre.
Se ha acostumbrado a ver sus fotos, a los recuerdos e historias que su madre le cuenta y a esas visitas dominicales al cementerio. Confiesa que al principio no era capaz de entender a dónde iban, pero ahora se emociona por enseñarle sus juguetes a su papá y compartir sus anécdotas.
Además, el pequeño ayuda a su madre a arreglar las flores y a limpiar la lápida.
Cuando su esposo falleció ella decidió explicarle en la medida de su capacidad de comprensión lo que había pasado, apenas tenía un año cuando todo sucedió.
El pequeño le pregunta a Jessica por su papá en reiteradas oportunidades, incluso si ve un hombre rubio a su alrededor cuestiona si es su papá.
“He hecho una cartelera en su habitación con fotos, durante el primer año de nuestro hijo siempre salíamos a dar paseos, al zoológico, a parques. Fuimos de vacaciones a Turquía”, dijo Jessica.
En lugar de leerle un cuento a su hijo cada noche le muestra una foto familiar antigua y le relata la historia de ese momento.
Jessica quiere animar a otras madres que viven situaciones similares: “No estaría donde estoy sino fuera por mi hijo, es tan inocente, es mi roca. Por mucho que te sientas triste, debes saber que tienes una pequeña vida por la que mantenerte fuerte y sonreír”.
El mensaje de Jessica puede ayudar a otras familias ofreciéndoles alternativas para ayudar a los más pequeños de la casa ante una pérdida. Compártelo.