Jodi Rose es una mujer australiana que se casó con un muro, sí, con una estructura de piedra. Asegura que su boda fue un “cuento de hadas”, y cuenta los detalles de su unión con «Le Pont du Diable» en Ceret, al sur de Francia en 2013.
Relató que se enamoró de la estructura del siglo XIV mientras disfrutaba de un viaje por ese país, y desde entonces decidió comprometerse con quien asegura que es un “hombre guapo, fuerte y robusto”.
La mujer aseguró que se enamoró perdidamente de “El Puente del Diablo”, y en una romántica ceremonia a la que asistieron 14 invitados formalizó su compromiso. Incluso el alcalde de la ciudad vecina Saint-Jean de Fos bendijo a la particular pareja.
“Estaba muy nerviosa…me sentía como una novia. Tenía que celebrar un día soñado, tuve una boda como una princesa”, relató ella.
Dijo que todavía lleva con orgullo su anillo de bodas y que ha hecho una versión adaptada para el puente que logró encajar en la estructura.
“Le puse un anillo…pensé que esa era la persona con la que realmente podía conectarme, y creo que me puede ofrecer un poco de tierra”, relató Jodi.
Cuando contrajo matrimonio compartió su experiencia en su blog, dijo que había estado viajando por el mundo mientras grababa un proyecto musical relacionado con los puentes cuando decidió que “El Puente del Diablo” era el amor de su vida.
“Me hace sentir conectada a la tierra y me lleva a descansar de mis interminables andanzas nómadas. Es fijo, estable, está enraizado en el suelo, mientras que yo soy nómada, transitoria, siempre en el camino”, relató la mujer australiana.
“Él me ofrece un refugio seguro, me lleva de nuevo a la tierra y luego me deja ir nuevamente a seguir mi propio camino, sin tratar de mantenerme atado o enganchado a sus necesidades o deseos. Estoy dedicada a él”, agregó.
Confesó que tiene otros amores, pero a su esposo no le importa.
“Sabe comprender que amo a otros puentes, y a los hombres; el nuestro es un amor que abarca los caprichos de la vida, tal como se materializó en las corrientes arremolinadas del río que fluye bajo su magnífico cuerpo. Él es todo lo que podría desear en un esposo: robusto, confiable, sensual, amable y guapo”.
La boda entre Jodi y el puente no está legalmente reconocida en Francia, pero ella alega que su unión es fuerte y eterna.
Algunos expertos alegan que Jodi sufre un trastorno de sinestesia de personificación de objetos, una condición en la que las personas asocian ciertos objetos con personalidades y géneros.
Su caso ha dejado a más de uno sin palabras, no te vayas sin compartirlo y dejarnos saber qué opinas sobre esta unión.