Joseph Elone, un joven neoyorquino de diecisiete años disfrutaba de realizar actividades al aire libre en contacto directo con la naturaleza. Se esforzó en conseguir una beca ambiental que le permitió pasar un mes en el bosque haciendo lo que más le gustaba, pero no sabía que, a su retorno, le cobraría un fatal precio.
Joseph Elone amaba el contacto con la naturaleza
Durante ese mes Joseph se sentía a sus anchas, nada como hacer lo que a uno le gusta, aspirar el olor de la vegetación y escuchar el cantar de los pájaros, pero debía regresar pues tenías planes de ingresar a la Universidad de Brown.
Lo que en ningún momento pensó era que, en su cuerpo traía un huésped que amenazaba su vida mortalmente. Una garrapata se pegó de su piel, pero no tuvo tiempo para enterarse de eso.
Repentinamente el muchacho se vio en la necesidad de visitar al médico, comenzó a sentirse enfermo, tenía diversos síntomas que lo ponían muy mal como; dolor de garganta, tos, fiebre, malestares estomacales, fatiga general, al principio no se lo tomó muy en serio, creyendo que solo tenía un resfriado.
Con los días, en lugar de mejorar sintió que iba empeorando, otros síntomas fueron apareciendo como la sensibilidad a la luz y mucho mareo, le hicieron exámenes de sangre, incluso uno para descartar la enfermedad de Lyme, que por cierto salió negativo.
Joseph Elone era un joven sano
La madre lo llevó a la farmacia en busca de un calmante para la tos, pero al regresar a casa, el joven cayó al suelo completamente desmayado.
Fue llevado de inmediato al hospital donde hicieron todo lo posible por estabilizarlo sin resultados, a la mañana del día siguiente el infortunado Joseph falleció.
El desconsuelo embargó a toda la familia que no entendían que le había pasado. Pasaron tres meses y después de varias pruebas los médicos se percataron de la presencia de bacterias de Lyme regadas por todo su cuerpo, tenía comprometido los órganos vitales: cerebro, hígado, corazón y pulmones.
La familia quedó destrozada
La carditis de Lyme desarrollada por el joven provino de la mordedura de una garrapata infectada durante el mes que estuvo en el bosque.
La bacteria que produce esta terrible y fatal enfermedad encuentra condiciones favorables en climas cálidos, por lo que se teme que en lugares o épocas del año muy calurosa proliferen los vectores que la transmite.
El caso de este joven naturalista no es el único, se habla de otros nueve pacientes fallecidos por esta causa en los Estados Unidos.
Por eso es conveniente que quienes visiten lugares de riesgo y en época peligrosas, tomen las previsiones del caso para evitar las mordeduras de estos animales causantes de tan peligrosa enfermedad. ¡No olvidemos que el cuidado de nuestra salud es lo primero!
Comparte esta lamentable noticia con todos tus amigos, y recuerda estar pendiente de los factores de riesgo cuando estés disfrutando de la naturaleza.