Jossette Duran es una amorosa madre que se esfuerza día a día por darle la mejor vida posible a su hijo. Un día, el pequeño Dylan llegó a casa con un comentario que comenzó a preocupar a su madre.
Dylan y su madre viven en la ciudad de Albuquerque en Nuevo México, Estados Unidos.
Dylan le pidió que por favor pusiera algo de comida extra en la merienda de la escuela. Jossette sabía que siempre ponía comida más que suficiente para su hijo así que no entendía la razón de este pedido tan extraño. Decidió preguntarle a su hijo qué era lo estaba sucediendo y entonces su corazón se enterneció de inmediato.
¿No te estás llenando, cariño?
Un compañero de clases de Dylan no contaba con los medios para poder comer durante la hora de la merienda. Dylan había visto al chico algo alejado de los demás y cuando se acercó a él notó que estaba comiendo tan sólo un poco de fruta y que lucía algo hambriento.
El hijo de Jossette siempre ha sido muy amoroso y entiende la importancia de ayudar a los demás, así que decidió acercarse a su compañero para hablar con él y asegurarse de que estuviera bien.
Dylan acaba de cumplir 14 años de edad.
El niño le contó que su mamá estaba pasando por un mal momento. No podía comprar mucha comida y lo único que podía darle para la merienda era un poco de fruta. Después de escuchar esto, Jossette llegó a la misma conclusión que su hijo: había que hacer algo para ayudarlo.
La mamá del amigo de Dylan es una madre soltera y acababa de perder su trabajo.
Desde ese día Jossette empaca dos meriendas muy completas para que su hijo y su nuevo amigo puedan comer de manera completa y saludable. Empaca sandwiches, bocadillos, frutas, papas y bebidas. Además los envía con una nota que va dirigida con mucho amor para los dos chicos.
“Tengan una feliz merienda, chicos”.
Con el tiempo, Jossette conoció a la madre del amigo de su hijo. La mujer, muy agradecida le ofreció pagar en el futuro por toda la comida que Jossette les había estado dando. Sin embargo, Durán no tenía ningún problema en ayudar al pequeño.
“No creo que haya hecho nada especial. Hice lo que cualquier ser humano debería hacer”.
Jossette trabaja como la entrenadora de Voleibol en la escuela. Decidió hacer una campaña junto a los chicos para recaudar fondos y ayudar a niños como el amigo de Dylan que se encuentran pasando por situaciones difíciles.
Jossette estuvo sin techo durante unos meses por lo que es sensible a los problemas económicos de los demás.No hay duda de que el pequeño Dylan y su madre son un gran ejemplo para su comunidad y el resto del mundo.
No dudes en compartir esta inolvidable lección que nos ha dado un bondadoso niño al preocuparse por su compañero.