Son muchas las personas que piensan que solo en situaciones difíciles nos damos cuenta realmente quienes son nuestros verdaderos amigos. Estamos en una sociedad en la que constantemente nos están repitiendo que debemos ayudar al prójimo, aquel que lo necesite cuando siente que ya todo está perdido. ¿Pero realmente estamos dispuestos a dar todo por el otro aunque nuestra vida esté en riesgo?
Hace poco se dio a conocer la historia de un hombre que intentaba llegar a casa tras la alerta de un tornado en St. Louis, Missouri. Gregory Beck esta en silla de ruedas y parcialmente ciego, se encontraba en una tienda de comestibles cuando escuchó la noticia.
Inmediatamente emprendió el regreso a casa pero no fue fácil debido a su condición.
Normalmente a Gregory le toma 25 minutos desde la tienda a su casa, en ese tiempo realiza varias paradas para darle descanso a sus brazos. El día de la alerta el hombre empujó él mismo su silla de ruedas aproximadamente medio kilómetro mientras el sonido de las sirenas lo presionaban para llegar a su destino.
Gregory comenta que ese día muchas personas lo vieron pasar desde sus autos, tocándole las bocinas y gritándole que se apresurara llegar a casa porque la tormenta ya estaba cerca. Eran solo palabras de aliento, no acciones que ayudaran directamente al anciano.
Muchos lo vieron pero nadie se detuvo ayudarlo, hasta que un joven tuvo la amabilidad de hacerlo.
Seth Phillips tiene 16 años de edad, conducía con su madre cuando vio a Gregory tratando de subir la colina. El joven le pidió a Amber, su madre, que detuviera el auto y se bajó para brindarle ayuda al hombre discapacitado.
Una acción heroica que demostró su gentileza.
La madre emocionada por la repentina acción de su hijo sacó su teléfono y grabó parte del recorrido que hacía para ayudar al indefenso anciano. El gesto del joven conmovió a todos los usuarios de las redes sociales, sin suda, nos hace cuestionar sobre nuestras verdaderas obras de caridad.
Seth Phillips y su madre orgullos de haber hecho el bien.
Seth ayudó a un anciano sin pensarlo ni conseguir fama, solo hizo lo correcto dejándose llevar por su instinto de ayudar a una persona vulnerable en situación de riesgo. Qué bueno que aún hay personas que ayudan sin importar las circunstancias.
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