Un joven puede ser capaz de, con una simple acción, cambiar las cosas y lograr que la vida de una persona sea mejor. No se necesitan tener muchos recursos ni tampoco implica demasiado tiempo, tan solo basta con tener un corazón puro y estar dispuesto a ayudar a los menos favorecidos.
El joven se detuvo mientras los demás simplemente ignoraban lo que sucedía
Un joven, vestido con suéter color negro y pantalón de mezclilla, iba caminando por la calle hasta que la presencia de una mujer que se cruzó en su camino le hizo detenerse y cambiar los planes que había trazado para ese día.
Era una vulnerable anciana que vive en situación de calle y que, a diferencia de todos los que pasaban a su alrededor, no contaba con los medios suficientes para poder protegerse de las bajas temperaturas.
La frágil ancianita apenas vestía un pantalón ligeramente afelpado y un viejo suéter. En los pies tan solo tenía puestos un desgastado par de zapatos, sin nada más que cubriera era zona tan expuesta del cuerpo.
La ancianita estaba padeciendo de un gran frío
Pero lejos de conformarse con simplemente entregarle los nuevos calcetines, el joven tuvo un gesto digno de admirar. Se arrodilló ante la anciana que se encontraba sentada en una fría banqueta de la calle para retirarle con mucha delicadeza sus zapatos.
El joven entendía la edad avanzada de la mujer, aunado al terrible frío que había congelado sus extremidades impidiéndole moverlas, así que él mismo tomo cada calcetín para colocárselos con el mismo amor en que lo haría un nieto con su abuela.
Poco a poco, el joven fue subiendo los calcetines a lo largo del pie y pierna de la ancianita. Mientras que la dulce mujer le hablaba sorprendida por la increíble acción que estaba teniendo hacia ella.
La feliz ancianita no dejaba de asentir y sonreír a ese maravilloso joven que había cambiado totalmente su día, librándola del gran frío y, sobre todo, recordándole que es extremadamente valiosa independientemente de su situación de calle.
No podía dejar de sonreír al sentirse tan feliz
Antes de ponerse de pie, el joven revisó sus bolsillos y le entrego algo de dinero para que pudiera comprar unos alimentos. Finalmente se despidió de la ancianita, percatándose de que todos alrededor habían sido testigos de su noble gesto.
Fue precisamente uno de los transeúntes quien grabó el emotivo momento que no ha dejado de ser celebrado por miles de internautas en las redes sociales de todo el mundo.
“Qué lindo gesto del joven. Qué Dios lo bendiga”, escribió una internauta.
Dio una gran lección de solidaridad