Un joven de 19 años de edad se ha convertido en un ejemplo de lucha y perseverancia, pese a enfrentar una dura realidad nunca abandonó sus estudios y hoy día logró realizar uno de sus sueños: graduarse de secundaria.
Su nombre es Flavio Barahona, un joven que hizo de una carpa su hogar temporal, todos los días arma la casa de campaña en una plaza de Chile.
Joven que vive en la calle hace realidad su sueño, logra culminar sus estudios secundarios.
Aunque tuvo que enfrentar difíciles desafíos no desaprovechó su educación y terminó la escuela. Un triunfo que celebró con sus amigos y compañeros de la escuela debido a que sus padres no quisieron acompañarlo en la ceremonia.
Indiscutiblemente, la educación es un medio indispensable para poder avanzar profesionalmente, conseguir un título universitario es el gran logro para muchos, una etapa que está llena de desafíos, de sacrificios y de muchos recuerdos que nos acompañarán el resto de nuestra vida.
Para este joven, lograr obtener su título de secundaria es por mucho, el mayor logro que alcanzado hasta ahora y el principio de una vida con propósitos y metas.
A sus 19 años este joven se graduó de la secundaria y sigue trazándose metas.
Junto a sus compañeros recibió su título, pero a diferencia de ellos, él vivía en una situación muy complicada. Flavio vive en extrema vulnerabilidad social, no cuenta con un hogar, ni con el apoyo de sus familiares, por lo que se refugia en una carpa que instala en una plaza de San Miguel, en Santiago de Chile.
El joven comentó a un medio local que lo echaron de su casa por un robo que no cometió. Al respecto dijo:
“Mi mamá es consumidora y producto de ello hubo un problema”.
Todos los días se levantaba y empacaba su casita portátil y se la encarga a un amigo de la calle mientras asistía a la escuela. Aunque ha enfrentado miradas de desprecio, prefiere concentrarse en sí mismo.
Cuando tiene dinero visita algún supermercado para comer, al mismo tiempo aprovecha para usar el baño. La escuela se convirtió en su principal refugio y motivación para salir adelante, asistió al colegio Fundación Súmate del Hogar de Cristo, donde no solo recibió educación sino ese lugar que lo llenaba de paz.
“Aquí hay una tranquilidad que no tengo que preocuparme del que está atrás me va a hacer algo o el que está adelante me va a hacer algo”, comentó Flavio.
Durante su etapa académica recibió al apoyo de sus compañeros y toda la comunidad escolar, su esfuerzo, disciplina y perseverancia fueron la clave para poder alcanzar esta meta. Al respecto, el joven dijo:
“Es lo que más esperaba y lo que más estaba soñando lograr”.