La protagonista de esta historia es Berenice Conte, una joven que cumplió sus 25 años de edad internada en un centro hospitalario y en estado vegetativo.
La joven soñaba con realizarse una operación estética para aumentar el volumen de sus pechos, finalmente llegó el día de hacerlo realidad y el 12 de octubre del año pasado se sometió al procedimiento quirúrgico en una clínica en Rosario, Argentina donde le colocarían los implantes mamarios.
Pero en la cirugía sufrió un paro cardíaco, la trasladaron a un centro hospitalario y quedó en coma. Tiempo después ella logró recuperar el conocimiento pero no puede hablar, ni caminar, no puede permanecer sentada y estirar sus piernas.
Actualmente está internada en un centro de rehabilitación, fue diagnosticada con discapacidad del cien por cien.
Su familia denunció mala praxis de los médicos
La familia de Berenice denunció ante el Ministerio Público la mala praxis de parte del médico cirujano que realizó la operación y del anestesiólogo. Están esperando que se realiza una junta médica del Instituto Médico legal para determinar si lo que le pasó a Berenice es consecuencia de negligencia médica.
La fecha pautada fue el pasado 27 de abril, pero todavía no se han manifestado. La familia cuenta con el apoyo del abogado Miguel Antonio Gastaldi.
¿Por qué le sucedió esto a Berenice?
Marcelo Conte es el padre de Marcela, él la llevó a la clínica donde se realizaría la cirugía, “Me dijeron que era una cirugía simple, que comenzaría a las 8:30 y que a las 11:00 ya podía buscarla”. Pero antes de esa hora él recibió una llamada de su esposa que le dijo que su hija estaba siendo trasladada a un hospital pero no le dijeron qué sucedía.
Así que él se dirigió al lugar, “Llegó sin oxígeno en el cerebro. No tenía reacción de ningún tipo. Entró a la unidad de terapia intensiva con un coma profundo y estuvo así unos meses”, el diagnóstico que recibió fue de un Accidente Cardiovascular Isquémico (ACV), un coágulo obstruyó un vaso sanguíneo del cerebro, le hicieron una traqueotomía para que Berenice respirara a través de ese mecanismo.
Marcelo dice que “Hay que esperar, Berenice está en manos de Dios”.
Han transcurrido siete meses desde que ella está postrada sin poder moverse ni comunicarse, en la clínica de neurohabilitación integral donde está Berenice en Paraguay le suministran terapias diarias fonoaudiológica para evitar que sus músculos y articulaciones se atrofien. También recibe terapias psicológicas.
Berenice lucha por recuperar su vida
La joven era estudiante de Relaciones Públicas, hablaba inglés, francés y portugués. Se dedicaba a trabajar como recepcionista en un restaurante y cuando tenía oportunidad, viajaba a realizar estudios académicos. Berenice vivía junto a sus padres y su hermano menor.
Su hermano y sus padres se turnan con una enfermera para poder cuidar a Berenice durante las 24 horas del día, ella jamás puede quedarse sola porque depende por completo de su cuidador para satisfacer sus necesidades más básicas.
Antes de la cirugía pesaba 42 kilos y ha perdido 10 durante estos meses en los que está postrada en la cama clínica.
Logra comunicarse moviendo un dedo señalando lo que quiere en una tabla, su motricidad progresa muy lento. Logra comprender a sus familiares a través de miradas, establecieron un código para poder comunicarse con los ojos.
El médico que realizó la cirugía realizó una declaración muy breve atendiendo a la presión de la opinión pública por esclarecer el caso de Berenice. “Fue la complicación de una cirugía, como pasa tantas veces. La causa judicial determinará su habrá un juicio con las pruebas solicitadas y las declaraciones de los padres de Berenice. A la paciente le dio un paro cardíaco y se tomaron todas las medidas necesarias para salvarle la vida”.
Esperamos que puedan esclarecerse los hechos y se haga justicia. Sobre todo que Berenice logre recuperarse, afortunadamente en medio del dolor ella mantiene la esperanza de salir adelante gracias al amor y apoyo de su familia.
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