Los que amamos a los animales sabemos que haríamos lo que sea para sacarlos de una situación de peligro, ellos son parte de nuestra familia y siempre estaremos dispuestos para hacerlos felices. Una mañana Sara Melnicoff salió a caminar con Carli, su perra de 13 años, como lo hacía todas las mañanas recorriendo la ribera del Mill Creek, entre cascadas y pequeñas quebradas, pero esa mañana no fue igual que las demás.
Mientras caminaban ese día de mayo, Carli cayó repentinamente al río y fue arrastrada por la corriente. Sara, desesperada, empezó a correr gritando el nombre de su perra y cuando estaba por lanzarse al agua cuando un joven apareció repentinamente y rescató a Carli.
“Estaba por sacarme mis zapatos para entrar en el agua para tratar de sacarla cuando apareció este joven desde la nada y se desnudó para quedarse sólo con unos boxers. Se sumergió en el agua, esquivando las resbaladizas rocas, haciéndose camino entre las fuertes corrientes del río”, contó Sara en su Facebook.
Sara logró sacarle una foto con su celular al héroe de Carli (y de ella) para inmortalizar este importante momento.
El joven se las arregló para llegar hasta Carli, que ya estaba agotada de nadar contra la corriente. “Temblaba como una hoja y no tenía mucha energía. Tiene artritis en sus patas traseras, tiene 13 años y está algo senil” contó Sara.
El valiente joven, Bobby L’Heureux recibió cientos de agradecimientos de Sara, más un enorme abrazo, y cuando ella le preguntó a qué institución quería que donara en su nombre, Bobby pidió que lo hiciera a Big Heart, Big Hands, la organización sin fines de lucro en la que trabaja.
Esta es parte de la cascada de Mill Creek por la que cayó Carli.
Esta foto de Carli fue tomada en inverno por Sara en el mismo lugar donde cayó al río.
Carli sufría de artritis en sus dos patas traseras y le fue muy difícil mantenerse a flote cuando cayó al río.
El grupo de jóvenes voluntarios de Big Heart Big Hands del que es fundador Bobby.
El heroico accionar de Bobby es realmente admirable, puesto que sin pensarlo, se arrojó a la fría corriente para salvar a la perra de una desconocida, y sólo luego, pidió ayuda para una organización benéfica.
Esperemos que este mundo se llene de Bobby L’Heureux. ¡Contagiemos a varios compartiendo esta maravillosa historia!