La mayoría de las personas prefieren tener arte en las paredes, pero hay otras que lo prefieren en sus cuerpos.Eli Ink, un tatuador de 27 años es, sin dudas, de este último grupo de personas.
Eli, originario de Brighton, Inglaterra, ve a su cuerpo como una exhibición caminante de su más fino trabajo artístico.
Es por eso que el joven ha pasado los últimos 10 años tatuándose el cuerpo hasta quedar casi completamente negro.
En el 2008 comenzó su transformación.
Poco a poco fu cubriendo su cara y cuerpo.
No sólo utiliza tatuajes sino también expansores en su nariz, boca y orejas.
Lo primero que cubrió completamente en la cara fue su quijada, parte de las mejillas y su boca.
En una impactante transformación se tatuó de negro la mayor parte de su piel, con varias capas de tinta. Además, tiñó sus ojos y su boca, en un proceso que asegura que aún no está terminado.
La obsesión de Eli con la modificación de su cuerpo comenzó desde muy joven después de que su tío regresara de España con un enorme tatuaje tribal.
”En mi opinión, la única persona que comprende mi transición correctamente, soy yo. No intento describírsela a nadie«, manifestó el tatuador en una entrevista.
«Siempre me ha impresionado el arte en sí mismo”, sostiene Eli a la vez que señala a Picasso como una de sus fuente de inspiración; cuenta que le gustan todas las formas de arte, pero en especial el abstracto. “El arte en el cuerpo es para mí el siguiente paso para crecer”.
Recorriendo sus fotos en Instagram, donde ha mostrado todo el proceso y muestra su arte, es posible observar su obsesión con lo abstracto en su propio cuerpo.
Poco a poco el negro se expandió por su rostro.
Y lo siguiente fue su ojo, para continuar con las piernas.
Las manos están cubiertas también.
Con respecto a lo plasmado en su cuerpo, el joven dijo: «Quería parecer un personaje abstracto en una de las pinturas de Picasso. Me encanta la mirada abstracta, ningún pensamiento, sólo expresión pura”.
El interior de su boca y en el globo ocular de sus ojos son partes del proceso. El tatuaje en un globo ocular implica inyectar la tinta entre dos capas de la esclerótica del ojo y dejar que se extienda. Eli admite que este proceso, como muchas modificaciones corporales, puede tener resultados desastrosos si sale mal. “Ese es el riesgo que corres, permitiendo que alguien se acerque a tus ojos, incluso los cirujanos entrenados pueden cometer un error”, asegura el tatuador quien sostiene que la modificación corporal es un estilo de vida de riesgo.
Tener pareja no es un problema para Eli, pues su novia Holly, también es parte de este movimiento artístico del mundo del tatuaje.
Eli y Holly.