Una familia se encuentra devastada después de enterarse que la madre que había sido diagnosticada con dolores abdominales tenía cáncer. Joy Vivien Lee, de 61 años de edad, sufrió insoportables dolores abdominales el día 14 de enero, por los cuales fue llevada de urgencia a A&E en Huddersfield Royal Infirmary. En el lugar sólo le recetaron antibióticos pero al acudir a otro hospital, horas más tarde, fue diagnosticada con cáncer.
La Sra. Lee había visitado al médico en diciembre debido a unos fuertes dolores abdominales. En esa ocasión, se le explicó que el malestar podría deberse a un problema gastrointestinal y que no era grave. Sin embargo, el 14 de enero, después de acudir a un segundo hospital la mujer descubrió que tenía cáncer en sus ovarios y que además podría haberse extendido a sus huesos.
“Ha perdido peso desde finales de octubre y no ha podido comer bien. Ella ha tenido dolores en el estómago y en la parte baja de la espalda, e hinchazón; ha dicho que se siente como si tuviera nueve meses de embarazo”, señaló Mark Oldham-Fox, hermano de Lee.
La mujer estuvo esperando en la sala de emergencia del Huddersfield Royal Infirmary. Y cuando un médico pudo verla, aseguró que no tenía los instrumentos necesarios para evaluar su caso.
Por tal motivo, optó por enviarla de regreso a casa con una cánula, a través de la cual le estaban administrando medicamentos directamente en la vena. Al regresar a su domicilio, la mujer continuó con los insoportables dolores y fue llevada al hospital general de Pinderfields, Wakefield, donde le diagnosticaron cáncer.
“Ella no podía sentarse porque el dolor era muy severo, estaba en posición fetal. Eso sólo debería haber alarmado a los médicos, pero ella se quedó acostada así durante horas», dijo Mark Oldham-Fox.
A través de las placas computarizadas, los médicos observaron una mancha oscura en algunos órganos lo que reveló la posibilidad de que el cáncer se hubiese extendido.
Pero, además de la trágica noticia, la familia está realmente molesta por el trato que la mujer recibió en el hospital. Su hermano, quien es enfermero de salud mental en el mismo hospital, argumenta que el trato recibido por la Sra. Lee fue realmente inhumano, a la mujer no le suministraron ningún tipo de analgésico para, al menos, calmar el dolor.
El Sr. Oldham ha decidido extender su queja hasta los directivos del hospital para evitar que otra persona pase por el mal rato que vivió su hermana. Resulta incomprensible la razón por la cual esta mujer fue dada de alta a pesar del intenso dolor que sufría, sin que el médico se dedicara a estudiar su caso y definir un diagnóstico. Afortunadamente, la Sra. Lee recibió horas después la atención necesaria pero la situación pudo ser peor.
Este tipo de negligencias no pueden ser obviadas. Te invitamos a compartir la denuncia hecha por esta familia y esperamos que el centro de salud tome las medidas correctivas.