Realmente nadie está preparado para vivir la dolorosa experiencia de despedir para siempre a un ser amado.
Jessica, la esposa de Jonathan Rozier, había hablado con su esposo 12 horas antes de que tristemente falleciera. En su última conversación ella le narraba anécdotas de su hijo Justin quien nunca llegó a conocer a su padre.
Cuando Justin tenía tan sólo nueves meses de edad, su padre murió mientras servía en el ejército de los Estados Unidos.
Tras esta tragedia, Jessica y su hijo sufrieron la irreparable pérdida con mucho dolor. Pero por su hijo ella debía intentar rehacer su vida lo más normal posible.
Se había convertido en una madre soltera de la noche a la mañana y debía hacer frente a la situación.
Fue entonces cuando decidió vender algunas las cosas de su esposo, entre ellas su coche porque nadie podía conducirlo y ella necesitaba el dinero para pagar un préstamo que tenía de la casa.
A medida que el tiempo pasaba, Justin mostraba un interés mayor en conocer más sobre su difunto padre. Para el momento en el que Justin tenía 15 años era una copia fiel de su progenitor y comenzó a juntar imágenes y otras cosas que le habían pertenecido a él.
Pero había una cosa muy particular que Justin quería más que nada en el mundo, el auto viejo de su padre, un Toyota convertible negro del 1999.
Este joven no sabía cómo explicar su deseo de sentarse en el mismo lugar donde su padre se había sentado alguna vez. Era un sueño para este hijo que no había tenido la oportunidad de compartir con su padre.
Jessica decidió intentar localizar el viejo coche que había vendido muchos años atrás. Confiesa que sabía que probablemente era un esfuerzo sin sentido, pero bien valía la pena por el gran anhelo de su hijo.
Ella recurrió a las redes sociales en busca de ayuda. Su historia conmovió rápidamente a los usuarios con un resultado maravilloso. Esta madre logró ponerse en contacto con el actual propietario del automóvil, que al principio no tenía ningún interés en vender.
Finalmente decidieron hacer un trato y Jessica pudo comprarlo, aunque no estaba en las mejores condiciones y debía gastar mucho dinero para adquirirlo y arreglarlo antes de llevarlo a casa.
Kyle Fox, un hombre que es un ángel en la tierra, escuchó la historia y quiso ayudar.
Se dispuso a reunir suficiente dinero para pagar el automóvil y luego consiguió a un grupo de voluntarios para ayudar en la restauración y dejar al coche en buenas condiciones.
En el cumpleaños número 16 de Justin, todos se reunieron para celebrar junto a él no solo su cumpleaños sino la emoción de recibir el mejor regalo que podía tener… ¡El viejo auto de su padre!
La reacción de este adolescente quedo grabada en un video ha conmovido a todos.