Entre el ruido y la prisa, entre la belleza y lo grotesco, cada ciudad palpita al ritmo de su propio caos. La urbe es en sí misma una constante dicotomía entre el equilibrio y el desorden que se inserta, a su vez, en la vida de sus habitantes. Y, dentro de toda ciudad, unos cuantos focos de luz se iluminan para agregarle color e ingenio a las calles, se trata de los artistas callejeros.
No importa en qué consista el show, darle la cara al público no es una tarea fácil. Sin embargo, ciertos artistas manejan su escenario urbano como todos unos maestros del espectáculo.
Uno de ellos es un misterioso mimo que ha sido captado en muchos rincones del mundo haciendo lo que mejor sabe hacer: alegrarle el día a la gente.
Se le conoce, simplemente, como Karcocha.
Es poco lo que se sabe de Karcocha, no hay quien pueda contar su historia o dar fe de su verdadero nombre.
Se dice que es chileno y lo único que ha comentado sobre su vida es que cuando era más joven insistió en tener un futuro seguro, por eso estudió comercio exterior y comenzó a trabajar duro para alcanzar el éxito.
Pero una vez que logró todo lo que había soñado desde pequeño, este espíritu salvaje comprendió que nada de esto era suficiente… El quería más. Fue entonces cuando decidió dejarlo todo atrás y dedicarse a sus dos pasiones más grandes: viajar y actuar como payaso.
Karcocha tiene admiradores en todas partes del mundo.
La sorpresa de los transeúntes ante el magnetismo y el talento de Karcocha se hace sentir. Llueven las risas y los aplausos. Este payaso logra crear un ambiente único y grandilocuente en la calle ¿Sus instrumentos? solo su cuerpo y un pito.
Entre sus chistes más populares está el de tomar la maleta de cualquier turista que esté, casualmente, pasando cerca de él y actuar como si se tratase de un féretro que lleva en sus manos. También le gusta hacer de perrito y orinar de mentira a las mujeres que se cruzan por su camino, cantarle canciones fúnebres a los ancianos, hacer como que le dona su cabello a los calvos, entre muchas otras divertidas bromas.
Con sus mofas y su buen humor, Karcocha ha marcado una pausa en la rutina de sus espectadores, quienes, divertidos, lo observan con entusiasmo y curiosidad. Puedes conocer un poco más del trabajo de este mimo visitando su página de Facebook y, quién sabe, quizá tengas la dicha de encontrártelo un día por las calles de tu ciudad.
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