Esta es una historia romántica sobre un hombre que sigue recibiendo tarjetas de cumpleaños por parte de su fallecida esposa. Kate y Chris Pointon, llevaban 11 años de casados cuando ella perdió la batalla contra un extraño tipo de cáncer en sus huesos.
Kate, quien murió en julio del año 2016, después de una exhaustiva batalla de 5 años contra el extraño y agresivo tipo de cáncer que padecía, fue diagnostica cuando solo tenía 29 años.
En la mañana de su cumpleaños número 41, Chris no podía esperar a abrir una de las tarjetas que su esposa Kate había dejado para él en una caja que llamó “la caja de las memorias”.
La caja fue escondida debajo de la cama que compartieron ambos durante años, la misma fue encontrada por Chris después del fallecimiento de su esposa y en ella se encontraban tarjetas de cumpleaños y otros objetos que guardó allí para él.
“Los mejores deseos para ti, en este cumpleaños”, dice al frente de una de las tarjetas, y adentro un hermoso y cariñoso mensaje escrito a mano por Kate: “Para mi adorado Humpty Dumpty. Ya eres cuarentón, hermoso. ¿Se te ha caído todo el cabello ahora? Te amo y siempre lo haré. Muchísimo. Kate”.
Chris, explica que el sobrenombre es porque él es algo torpe y tal como lo había anticipado su esposa, ya había perdido casi todo su cabello.
“Ella la llamó la caja de las memorias”, explica Chris mientras detallaba los últimos momentos junto a su adorada esposa, quien antes de partir, le indicó sobre la locación de la caja y lo haría prometer que abriría cada sobre en la fecha indicada.
“Abrí la caja por primera vez, el día en que ella murió, había una carta para mí y otra que pedía ser abierta una semana después de su partida”, comentó Chris con lágrimas en sus ojos. Según él, Kate siempre sabía qué decirle para hacerlo reír y lo ayudó para dejar de sentirse mal consigo mismo.
En la caja, además se encontraban recuerdos de citas, amigos, familiares y momentos juntos para que su esposo la recordara.
También, tarjetas de cumpleaños que tendría que abrir una al año hasta tener 50, una que abriría al cumplir 60 y otra a los 65. Él cree que ella se detuvo allí debido a que en ocasiones hablaban de retirarse y mudarse a la costa cuando Chris tuviera los 65 años, “pienso que ella quería que cumpliera esa promesa”, agregó.
La pareja se encontraba de viaje en California cuando Kate empezó a sentirse mal. Desde su diagnóstico, Kate se convirtió en una activista que ayudó a recaudar miles de dólares para la batalla contra el cáncer, labor que continuaría su esposo y su hermano desde el momento de su fallecimiento.
Chris dice que nunca olvidará a su esposa, ni tampoco el día que la conoció, en el pueblo de Huddersfield en Yorkshire, Inglaterra. Un año después ellos se casarían, justamente en el año en que ella recibió su diploma como médico.
El amor no tiene barreras, y fue el deseo anhelado de esta amorosa y luchadora mujer, el de hacer que su esposo sintiera su cariño aunque no estuviera físicamente. ¡Comenta y comparte la historia de amor de Chris y Kate en tus redes!